Thomas A. Shannon, consejero de Estado de EE UU, destacó el papel de su vecino en el control de fronteras con Centroamérica
“Ya lo han capturado dos veces, ¿por qué no una tercera?”, dijo ayer en Madrid el consejero del Departamento de Estado estadounidense Thomas A. Shannon al ser preguntado si consideraba al Gobierno mexicano capaz de volver a atrapar a El Chapo Guzmán, el narcotraficante que huyó de la prisión de máxima seguridad El Altiplano el pasado 11 de julio.
Al final de su visita de dos días a la capital española, justo antes de tomar el avión, el diplomático calificó en la Casa América la huida de El Chapo de “tragedia para los países que luchan contra el narcotráfico” y reiteró también la intención de Estados Unidos —donde el capo acumula más de una decena de causas abiertas— de contribuir en su captura. Una oferta que ya hizo pública el pasado 16 de julio el jefe de operaciones de la Agencia Antidroga estadounidense, Jack Riley.
Thomas A. Shannon aseguró ayer que la Casa Blanca mantiene desde hace varias semanas reuniones de bajo perfil con el Gobierno de Venezuela. “Fue el presidente Nicolás Maduro quien pidió restablecer las comunicaciones”, aseguró. Shannon explicó, sin embargo, que la situación es difícil: “La pelota está en los dos campos”, afirmó el diplomático elegido por el presidente Barack Obama y el secretario de Estado John Kerry para encargarse de las relaciones con Venezuela. “Espero que las elecciones sean un ejercicio de democracia y construyan una base para que Venezuela pueda enfrentar sus problemas”, afirmó.
“México es un país heroico. Ha pagado en plata y sangre su lucha contra el crimen organizado”, afirmó el consejero, quien destacó el papel de su vecino en el control de fronteras con Centroamérica. “Es un excelente socio. Por motivos económicos, muchos guatemaltecos viajan a México para trabajar, sobre todo en el campo. Y el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha mejorado la seguridad facilitando la documentación y los permisos que los migrantes necesitan e inspeccionando quién entra y sale”.
Al referirse a la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba, Shannon afirmó que está en manos del Congreso. El consejero considera, no obstante, que el restablecimiento de las relaciones es “un gran logro para Obama, para Estados Unidos y también para la isla”. El diplomático afirmó que la normalización abre “una línea de diálogo inexistente” entre ambos países y también “un espacio de diálogo con otros países”. Esto podría contribuir, según Shannon, a la elaboración de mejores políticas migratorias, planes de ayuda frente a desastres naturales o para “evitar el flujo de drogas en el Caribe”.
El diplomático, que no hizo alusión al tema de los derechos humanos en Cuba, reiteró su apoyo a los ciudadanos que se manifiestan contra sus Gobiernos en Guatemala y Honduras. Shannon aseguró que, en su trabajo con estos dos países, Estados Unidos se ha encontrado con “un nuevo desafío”: cooperar con los Gobiernos para “fortalecer sus democracias y luchar contra la corrupción”, al mismo tiempo que respetar el enfado de la población.
Tras firmar varios acuerdos de libre comercio durante la primera década de este milenio, la Casa Blanca decidió cambiar su forma de interactuar con la región cuando descubrió que los sistemas democráticos no habían terminado de asentarse, según explicó el diplomático. “Nos encontramos con problemas como los niños que llegaban solos a nuestras fronteras [entre octubre de 2013 y mayo de 2014 la Patrulla Fronteriza detuvo a 46.188 menores de 17 años], y comprendimos que teníamos que centrarnos en las necesidades de esos países y acercarnos a Centroamérica como habíamos hecho con el proceso de paz en Colombia: colaborando con los Gobiernos”.
Fuente: El País