Unos días antes de ser capturado en el 2014, El Chapo evadió a las autoridades escapando por otro de sus túneles a través del baño de su casa de seguridad
Joaquín El Chapo Guzmán, el líder criminal que ha construido la organización narcotraficante más poderosa del mundo, escapó de prisión la noche del sábado por un túnel realizado en silencio, de manera eficiente, con paciencia.
Mientras Guzmán hacia uso de su dinero e influencias para excavar en los niveles más altos de la corrupción en el gobierno de México, él y su organización desplegaban brigadas de ingeniería y equipos de construcción para desarrollar el sistema de contrabando perfecto: los túneles de drogas.
Desde la década de 1990, más de 100 túneles han sido descubiertos a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México, y no es casualidad que, casi en su totalidad, se encuentren en California y Arizona -la región fronteriza donde la organización de El Chapo, el Cártel de Sinaloa, sigue teniendo el poder criminal.
El túnel que supuestamente utilizó Guzmán la noche del sábado para escapar de la prisión de máxima seguridad del Altiplano de México, sin duda se encuentra entre las hazañas más impresionantes de su organización en ingeniería, aunque sólo sea por la longitud y ubicación.
Aunque muchos de los líderes de la droga más notorios y peligrosos de México se han trasladado al Altiplano, construido en 1990, ninguno había escapado hasta ahora.
Aunque es difícil imaginar cómo los cómplices de Guzmán excavaron durante tanto tiempo bajo el altiplano, evitando ser vistos, sus ingenieros han estado haciendo lo mismo por años, justo bajo las narices de los agentes fronterizos de EU y su sofisticada tecnología.
Estos túneles no son cavernas, sucias y oscuras, como uno podría imaginarlas. Son corredores con sistemas de refuerzo y ventilación, con estructuras bien iluminadas. Las más avanzadas tienen rieles y carritos para transportar rápidamente drogas, armas, dinero en efectivo, personas y prácticamente cualquier otra cosa de un extremo a otro.
Los túneles son vistos por el Departamento de Seguridad Nacional como una importante amenaza para la seguridad de Estados Unidos, ya que existen versiones sobre que los túneles operados por traficantes mexicanos han sido utilizados también por los grupos terroristas, aunque no hay evidencia hasta la fecha.
Se cree que los ingenieros encargados de la construcción de los túneles de drogas han usado brújulas para guiarse, ya que los dispositivos GPS no funcionarían bajo tierra porque dependen de la orientación por satélite. Aun así, incluso los animales de madriguera más avanzados necesitarían un conocimiento detallado del diseño de la prisión, con el fin de encontrar el camino hacia el marco de las paredes por donde Guzmán escapó.
El túnel que El Chapo Guzmán utilizó para escaparse de la cárcel no es el primero en ser construido para ese fin. Unos días antes de ser capturado en el 2014, él evadió a las autoridades mexicanas escapando por las alcantarillas, antes de caer en un drenaje a través de un baño de su casa de seguridad en Culiacán, Sinaloa.
La fuga del Chapo es un duro golpe para el presidente de México, Enrique Peña Nieto, que había estado construyendo una sólida reputación por la detención de altos líderes de la droga de los principales cárteles.
El incidente promete ser un factor importante que irritaría las relaciones entre EU y el gobierno mexicano. Funcionarios estadounidenses habían estado presionando por la extradición de Guzmán para que pudiera ser procesado por delitos de drogas y se mantuviera en el tipo de instalación donde estaría más seguro.
Pero la administración de Peña Nieto se negó a conceder su extradición, insistiendo en que procesaría a Guzmán en su país, como una muestra de la independencia judicial.
La fiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch emitió un comunicado el domingo en el que decía que Estados Unidos estaba dispuesto a ofrecer toda la asistencia necesaria para ayudar a recapturar al Chapo Guzmán.
La forma de su huida sugiere que la operación de rescate fue bien planeada y bien financiada, ya que puede haber ocurrido con la complicidad de funcionarios de la prisión.
La casa de un piso donde terminaba el túnel por donde escapó Guzmán está en una zona conocida como Santa Juana, entre la prisión y una base militar cercana. Uno de los vecinos más cercanos dijo que él no había notado nada raro en los últimos meses cerca de la casa inconclusa, la cual comenzó a construirse el año pasado, si no fue hasta la noche del sábado cuando un helicóptero aterrizó en el terreno.
Las autoridades mexicanas tomaron como un punto de orgullo y de soberanía nacional el mantener a un narcotraficante tan poderoso como Guzmán en la cárcel. Pero en silencio, muchos mexicanos reconocen que el gobierno sería reacio a enviarlo a EU, a sabiendas de que pudiera revelar el grado en que los tentáculos de su ártel fueron capaces de penetrar en los más altos niveles del aparato gubernamental y la seguridad mexicana.
Aunque la administración de Peña Nieto ha logrado debilitar a algunos carteles, como Los Zetas y Los Caballeros Templarios, otros ya están en ascenso, incluido el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Y el hecho de no haber resguardado al más importante narcotraficante del país, revela la debilidad del sistema de justicia de México, algo que se sumará a la percepción de que el Estado se ha plagado de corrupción.
Fuente: El Economista