Semáforo Delictivo publicó los resultados del primer semestre del año, en donde revela que los homicidios han incrementado un 16 por ciento, respecto al mismo periodo del 2015, de los cuales el 56 por ciento fueron ejecuciones del crimen organizado, mientras que en 2015 fue del 48 por ciento, detalló Santiago Roel Sánchez, director de la organización.
En entrevista con José Cárdenas explicó «hay estados donde estas cifras se elevan al 70, 80 o 90 por ciento, en promedio fueron poquito arriba de 600 ejecuciones por mes, este año tenemos más de 900 por mes y en junio fueron más de mil, esas cifras no nos gustan porque es una alerta muy en rojo para México».
Destacó que el robo a vehículo subió uno por ciento, así como violaciones sexuales en un seis por ciento, «los demás crímenes están igual, eso no es tan mala noticia».
Apuntó que, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad, el secuestro descendió, sin embargo sigue concentrado en estados como Tamaulipas, Zacatecas, Tabasco, Guerrero, Morelos, Veracruz y Estado de México, quienes se ubican con doble semáforo rojo, «más del doble de la tasa nacional».
Destacó que en México la tasa es de ocho homicidios por cada 100 mil habitantes, de los cuales Colima tiene 40, Guerrero 30, Zacatecas 26 y Sinaloa 17.
Roel Sánchez destacó que los estados de Colima y Zacatecas, recientemente ingresaron al semáforo en rojo, «francamente se nos fue muy arriba no solo en homicidios, o Zacatecas, que nos aparece en primer lugar en delitos de alto impacto».
Señaló que los resultados revelan que la delincuencia «no solamente no la hemos resuelto, sino que está tercamente insistente y nos está subiendo y nos está contaminando estados que creíamos que estaban tranquilos».
Añadió que en la Ciudad de México repuntaron los robos a negocios, en donde sale en primer lugar de todo el país, así como delegaciones peligrosas como Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
Apuntó que Estado mexicano debe asumir el control de las drogas para reducir los consumos entre la población joven, reducir la violencia y corrupción del país.
Finalmente, agregó «es desesperante porque uno ve con mucha claridad las soluciones pero no llegan al país, nos da miedo cambiar, nos da miedo innovar y experimentar algo mejor».