La familia del piloto alemán atraviesa uno de los peores momentos de su vida. Dos años después de que Michael Schumacher sufriera graves secuelas neurológicas tras sufrir un accidente de esquí, los médicos podrían haberles comunicado a su mujer e hijos que ya sólo “un milagro” puede salvarle.
Corinna Schumacher lleva dos años completamente volcada en el cuidado y recuperación de su marido. Desde que fuera trasladado a su residencia de Gland, en Suiza, el heptacampeón de Fórmula 1 ha recibido las atenciones diarias de un equipo médico formado por 15 especialistas contratados por su esposa, que también mandó construir una clínica privada en la mansión, adaptada a todas las necesidades de su marido.
Pero esta semana, la peor pesadilla de todos ellos se ha hecho realidad. Según recogen la web americana Newseveryday y el diario Il Corriere dello Sport, la salud de Schumacher se ha resentido mucho. Estos medios recogen declaraciones de uno de los neurocirujanos que lo atienden desde hace dos años, que asegura que “sólo un milagro puede salvarle la vida”.
El Kaiser pesa apenas 45 kilos, es incapaz de hablar o de caminar y su conciencia aún es muy limitada: “Su familia ya se está preparando para lo peor”, afirma el doctor.
El piloto sufrió un terrible accidente en diciembre de 2013 en los Alpes franceses, cuando esquiaba y se golpeó con una piedra en la cabeza. Tras ser sometido a una delicada cirugía craneal, le indujeron el coma y nueve meses después fue trasladado a su residencia privada de Gland, donde permanece hasta el día de hoy.
Fuente: noticiaaldia.com