Mónica Uribe, doctora en historia, analista política y especialista en temas religiosos, en entrevista con José Cárdenas, dijo que el “Papa Francisco deja una iglesia polarizada, una iglesia en donde hay una minoría, pero una minoría que tiene muchos recursos económicos y los medios de comunicación«. Señaló que el motivo de esta situación es que el Papa Francisco sí rompió con sus dos antecesores inmediatos. Abundó que Francisco fue muy institucional y claro con que el dogma no se tocaba, sino las costumbres. Lo cual llevó a conflictos no innecesarios, pero muy fuertes, con ciertos grupos de la iglesia, aunque tenía el apoyo de los sectores progresistas.