Ocho soldados israelíes perdieron la vida el miércoles en Líbano tras enfrentarse al grupo político-militar Hezbolá, en medio de una creciente tensión en la región. Este trágico hecho se produjo apenas un día después de que Irán lanzara misiles balísticos contra Israel, intensificando aún más el conflicto en Oriente Medio.
Fuentes militares israelíes confirmaron que siete de los soldados murieron en dos incidentes separados, sin dar detalles adicionales. Previamente, el ejército había reportado la muerte de un capitán de 22 años, el primer militar israelí en fallecer desde el inicio de la incursión en suelo libanés. La noticia se conoció en vísperas del Rosh Hashaná, el año nuevo judío.
Mientras tanto, en Gaza, al menos 51 personas, incluidos mujeres y niños, fallecieron durante la noche en bombardeos israelíes en el sur del territorio, según reportes de personal médico palestino. Las fuerzas israelíes continuaban sus ataques terrestres en la ciudad de Jan Yunis, afirmando que estaban dirigidos a objetivos milicianos. Estos ataques se producen casi un año después del asalto de Hamas el 7 de octubre, que desencadenó una guerra que sigue cobrando vidas.
En el sur de Líbano, Hezbolá informó que sus combatientes repelieron a tropas israelíes en la localidad fronteriza de Odaisseh, obligándolas a retirarse. Aunque el ejército israelí no comentó inmediatamente sobre este incidente, varios medios reportaron que unidades de tanques e infantería israelíes estaban operando en la zona. Israel ha desplegado miles de tropas adicionales y ha instado a la evacuación de 24 pueblos en el sur del Líbano, mientras cientos de miles de personas ya han huido por el recrudecimiento de los enfrentamientos.