México y su gobierno deben dejar de jugar a ser subdesarrollados, de tercer mundo, hay las condiciones para dar el paso a la mayoría de edad, como lo han dado naciones que estaban hasta hace poco en el Sur-Sur o en el Tercer Mundo, hasta López Obrador lanzó las campanas al vuelo con las mediciones que ubican a México como la undécima economía en el mundo, desde hace mucho ha estado entre las primeras 15 economías, o sea que no es novedad.
Quien llegue a la presidencia debe darse cuenta de lo que es realmente México en el concierto mundial, sin dejar de reconocer las desigualdades existentes, atender los problemas sociales, económicos y políticos, dar el paso a las acciones que emprenden los mayores de edad.
Sentarse en una mesa de negociación con Estados Unidos obliga hablar de tú a tú, sin imprtar los temas o problemas que se traten, si son migratorios con acciones de los dos lados, si son de seguridad nacional exigiendo respuestas comunes, la vecindad y los acuerdos tienen fortalezas y debilidades para los socios aún cuando existan diferencias.
Por eso los militares, entiéndase soldados y marinos son tan importantes, los jefes saben de lo que hablo, han estado en suficientes capacitaciones y escenarios como para saber que no son de chocolate, que ya deben actuar como mayores de edad.
Los militares, tienen que convertirse en una fuerza de primer mundo, dedicarse a lo que hacen los ejércitos y no lo que les ordenen fuera de las tareas que les corresponden. Los ejércitos hacen gobierno desde sus acciones, las propias de las Fuerzas Armadas.
¿Acaso no quieren hablarse de tú con los marines estadounidenses? ¿Quieren seguir siendo obedientes soldados de un jefe que no entiende el mundo?
Otro tanto deben ser la diplomacia, el cambio climático, las energías renovables, en general, las relaciones económicas y comerciales. Ni a Trump ni a nadie se le debe volver amenazar con aranceles, México es tan importante para Estados Unidos como Estados Unidos para México.
En las relaciones con el mundo no más berrinches ni cartitas de desagravio sino participación en todos los foros con criterio y aportaciones, ideologías aparte.
Llegar a la confrerencia del cambio climático COP30, se está cumpliendo con la 28, con soluciones y decisión, con la mira puesta en el futuro, no en el pasado, hay que llegar sin combustóleo.
Para la próxima negociación del tratado comercial en 2025 sentarse como socios para jugar de tú a tú, sin aceptar condescendencia a ver qué ceden Estados Unidos y Canada.
Que las tres naciones asuman con responsabilidd la parte que a cada uno le toca para abatir la inseguridad, el tráfico de personas, drogas y armas, poner un freno a los grupos delictivos desde donde más les duele, el dinero.
Que Cuba, Venezuela y Nicaragua hagan por su cuenta, el gobierno de México tendrá que pensar primero en México, ese es el único camino para superar la pobreza de sus habitantes, para llevar a la población a mejores condiciones de vida y cumplir con el destino que le han pronosticado al país quienes ven las fortalezas y no aquellos que estancan al país en la pobreza, en el subdesarrollo.
El próximo comandante en jefe tendrá que entender que México es potencia, que México no se puede rezagar y menos condenar a su población a la mediocridad.
No repetir los cinco años recientes, bueno ni los diez, ni los 20, quien llegue al poder deberá actuar para que México y los mexicanos vivan mejor.