Los palestinos huían del norte de Gaza después de que el ejército israelí ordenara a casi la mitad de la población que huyera al sur y hacía incursiones limitadas antes de una invasión terrestre prevista en la zona. La guerra parecía a punto de escalar una semana después del cruento y extenso ataque de Hamas contra Israel.
Israel ha ordenado a un millón de personas que huyan, incluida toda la población de Ciudad de Gaza, pese a las advertencias de Naciones Unidas y grupos humanitarios sobre que semejante éxodo causaría un sufrimiento humano inenarrable, y pacientes de hospitales y otras personas no podían trasladarse.
Familias en autos, camiones y carros tirados por burros cargados de pertenencias abarrotaban una carretera principal que se dirigía al sur desde Ciudad de Gaza, mientras los ataques aéreos seguían golpeando el territorio asediado. La oficina de medios de Hamas dijo que los aviones habían golpeado autos que se dirigían al sur y matado a más de 70 personas.
El ejército israelí dijo que sus tropas realizaron redadas rápidas en Gaza para combatir a los milicianos y buscar pistas de las aproximadamente 150 personas secuestradas en el impactante ataque de Hamas a Israel del 7 de octubre.
Al ordenar el desalojo, el ejército israelí dijo que planeaba atacar los escondites subterráneos de Hamas en los alrededores de Ciudad de Gaza, pero los palestinos y algunos funcionarios egipcios temen que, en última instancia, Israel pretenda expulsar a la población de Gaza a través de la frontera sur con Egipto.
Naciones Unidas pidió a Israel que revocara su orden sin precedentes.
Huida hacia un lugar inseguro
Hamas pidió a la población que no obedezca la orden de desalojo, y las familias de Gaza enfrentaban lo que temían era una decisión sin salida: marcharse o quedarse, sin terreno seguro en ninguna parte. Los ataques israelíes han destruido cuadras enteras de la ciudad, y se han cortado los suministros de comida, agua y material médico a Gaza, que también sufre un apagón eléctrico casi total.
Haifa Khamis al-Shurafa, de 42 años, huyó a la localidad agrícola de Deir al-Balah en un grupo de unas 150 personas, después de que su apartamento en un vecindario acomodado de Ciudad de Gaza fuera demolido por un ataque israelí esta semana.
«Lo perdimos todo: nuestra casa, nuestras pertenencias, todo. Todo lo que tenemos son nuestros hijos, y por eso nos marchamos. No queremos perderlos», dijo.
Mientras la batería se agotaba en su celular y el sonido de los proyectiles se oía en la lejanía, añadió: «Utilizo la última energía que me queda para decirles: no nos merecemos esto«.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el viernes que unas mil 900 personas habían muerto en el territorio. El ataque de Hamas dejó más de mil 300 israelíes muertos, la mayoría civiles, y casi mil 500 milicianos de Hamas murieron en los combates, indicó el gobierno israelí.
Entra ejército israelí a Gaza
La redada de Israel del viernes fue la primera noticia sobre tropas israelíes ingresando a Gaza desde que lanzó sus incesantes bombardeos en represalia por el ataque de Hamas, en el que los combatientes mataron a cientos de personas en el sur de Israel.
Un portavoz militar declaró que las tropas terrestres se retiraron tras sus redadas. Los movimientos no parecían ser el comienzo de una invasión terrestre.
Israel ha llamado a filas a unos 360 mil reservistas y acumulado tropas junto a la frontera con Gaza, aunque no se ha anunciado una ofensiva por tierra. Un asalto contra la densamente poblada y empobrecida Gaza provocará seguramente aún más bajas en ambos bandos en brutales combates casa por casa.
«Destruiremos a Hamas. Esto apenas es el comienzo», prometió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso el viernes por la noche.
Hamas afirmó que los bombardeos de Israel mataron a 13 de los rehenes. Dijo que entre los muertos había extranjeros, pero no divulgó sus nacionalidades. Un portavoz militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, refutó tal afirmación. Hamas y otros milicianos palestinos confían en canjear a los rehenes por miles de palestinos retenidos en prisiones palestinas.
En Israel, el público sigue conmocionado tanto por el ataque de Hamas del fin de semana como por el continuo disparo de cohetes desde Gaza. El público está abrumadoramente a favor de la ofensiva militar, y las cadenas de televisión israelíes han establecido emisiones especiales con lemas como “juntos venceremos» y «fuertes unidos».
Sus reportajes se centran sobre todo en las secuelas del ataque de Hamas, en historias de heroísmo y unidad nacional, y apenas mencionan la crisis que se desarrolla en Gaza.
En la Cisjordania ocupada, el Ministerio de Salud palestino reportó que 16 palestinos fueron asesinados el viernes, lo que eleva a 51 el total de palestinos asesinados en la zona. Según la ONU, los ataques de colonos israelíes han aumentado desde el asalto de Hamas.
Israel ordena el desalojo del norte de Gaza
Naciones Unidas estimó que la orden del ejército israelí de que los civiles se desplacen hacia el sur afectaba a 1.1 millones de personas. En ese caso, la población entera del territorio se vería hacinada en la mitad de la franja, que tiene apenas 40 kilómetros de largo.
El portavoz israel Jonathan Conricus, dijo que las fuerzas armadas harán grandes esfuerzos para evitar daños a civiles y que los residentes podrán regresar una vez finalizada la guerra.
Israel acusa desde hace tiempo a Hamas de utilizar a los palestinos como escudos humanos. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que Israel quería separar a los combatientes de Hamas de la población civil.
«Así que quienes quieran salvar su vida, por favor váyanse al sur«, dijo Gallant en una conferencia de prensa junto con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, advirtió que era imposible realizar una evacuación de ese tipo sin consecuencias humanitarias devastadoras.
Estados Unidos y otros aliados de Israel le han transmitido un firme apoyo a su guerra con Hamas, aunque el jefe de política exterior de la Unión Europea dijo que el ejército debía dar más tiempo para que la gente evacuara el norte de Gaza antes de cualquier intervención militar.
En declaraciones a la prensa durante una visita a China, Josep Borrel valoró de forma positiva que se hubiera emitido una orden de evacuación, aunque dijo que no se puede mover a un volumen de personas en un corto periodo de tiempo y mencionó la falta de refugios y de medios de transporte.
Sin un sitio en dónde refugiarse
La oficina de prensa de Hamas dijo que las bombas israelíes mataron a 70 personas al caer sobre automóviles que se dirigían al sur de Gaza en tres puntos distintos. De momento no había comentarios por parte de las fuerzas armadas israelíes sobre esos ataques.
Dos testigos reportaron un ataque contra los vehículos que evacuaban cerca de la localidad de Deir el-Balah, al sur de la zona de evacuación y en el área a la que Israel pidió a la gente que huyera. Fayza Hamoudi dijo que ella y su familia viajaban desde su casa en el norte cuando las bombas cayeron a cierta distancia en la carretera y que dos vehículos estallaron en llamas. Un testigo que circulaba en otro coche por la carretera relató lo mismo.
«¿Por qué confiaríamos en que están tratando de mantenernos a salvo? Están enfermos», cuestionó Hamoudi con la voz entrecortada.
Muchos temían que no podrían regresar o serían desplazados gradualmente a la península del Sinaí de Egipto.
Más de la mitad de los palestinos que viven en Gaza son descendientes de refugiados de la guerra de 1948 vinculada a la creación de Israel, cuando cientos de miles de personas huyeron o fueron expulsadas de lo que hoy día es Israel.
Para muchos, la orden de desalojo masivo despertó el temor de una segunda expulsión. Por lo menos 423 mil personas, cerca de uno de cada cinco residentes de Gaza, se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de los ataques israelíes, dijo la ONU.
«¿Dónde está la sensación de seguridad en Gaza? ¿Esto es lo que Hamas nos ofrece?«, dijo un residente, Tarek Mraish, de pie en una avenida mientras pasaban vehículos.
Naciones Unidas estimaba que decenas de miles de personas habían huido de sus casas en el norte el viernes por la noche.
Crisis en los hospitales
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que era imposible evacuar a los múltiples heridos de los hospitales, que ya están teniendo problemas para lidiar con la gran cantidad de muertos y heridos.
«No podemos evacuar los hospitales y dejar a los heridos y a los enfermos para que se mueran», dijo el portavoz Ashraf al-Qidra.
Farsakh, de la Media Luna Roja palestina, dijo que algunos médicos se rehusaban a irse y abandonar a sus pacientes, y en lugar de ello estaban llamando a sus colegas para despedirse.
«Tenemos heridos, tenemos ancianos, tenemos niños que están en los hospitales«, señaló.
El hospital de Al Awda trataba de evacuar a docenas de pacientes y trabajadores después de que el ejército se pusiera en contacto con el centro y les dijera que lo hicieran para el viernes por la noche, según el grupo humanitario Médicos Sin Fronteras, que mantiene el hospital. El ejército había ampliado el plazo hasta el sábado por la mañana.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, dijo que no evacuaría sus escuelas, donde se han refugiado cientos de miles de personas. Pero trasladó su sede al sur de Gaza, según su vocera Juliette Touma.
«La magnitud y velocidad de la crisis humanitaria en desarrollo es escalofriante. Gaza se está convirtiendo rápidamente en un infierno y está a punto de colapsar», manifestó Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA.
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