El extitular de la Policía Judicial de Puebla, Hugo Adolfo Karam Beltrán, fue detenido este jueves en el municipio de Boca del Río por su presunta responsabilidad en el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho. El exservidor público es investigado por presuntamente haber torturado a la comunicadora en represalia por descubrir y publicar una red de pederastia en México en su libro Los Demonios del Edén.
La aprehensión fue confirmada por la Fiscalía General de la República (FGR) y se dio en el bulevar Miguel Alemán, en el municipio de Boca del Río. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) fue la instancia que obtuvo la orden de aprehensión.
Se acreditó la presunta responsabilidad del detenido en el delito de tortura, cuyos hechos ocurrieron en el año 2005. El sujeto se desempeñó como jefe de la Policía Judicial de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla.
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Gracias a los trabajos de inteligencia, Adolfo K. B. fue localizado en el Infonavit El Morro cuando salía de su domicilio. Los agentes ministeriales lo siguieron hasta el bulevar Miguel Alemán. Se informó que el sujeto intentó escapar, pero fue detenido a la altura del tianguis de la cabecera municipal boqueña.
La detención del exservidor público ya aparece publicada en el Registro Nacional de Detenciones.
Hugo Adolfo K. B., en su carácter de director general de la Policía Judicial en seguimiento a órdenes del entonces gobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, coordinó el cumplimiento de una orden de aprehensión en contra de la periodista Lydia cacho.
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El exfuncionario instruyó a las personas a su mando que torturaran y humillaran a la periodista como medio para castigarla por la publicación del libro Los Demonios del Edén.
Por lo anterior, comisionó a policías de dicha entidad de Cancún, Quintana Roo, para realizar y ejecutar la orden de aprehensión, realizando el traslado vía terrestre cuando existía la posibilidad de aéreo; sin embargo, fue en dicho traslado donde la torturaron como se los instruyeron.
Durante el traslado de la periodista de Quintana Roo a Puebla, K. B. supervisó el cumplimiento de las instrucciones del entonces gobernador para vejar a la periodista.