El evento, que forma parte del circuito de lucha libre independiente XPW, se celebró el pasado 22 de abril en Pomona, California, donde el peleador, conocido como Masada, intentaba amedrentar a sus contrincantes en los alrededores del cuadrilátero.
Como si se tratara de un tragafuego, Masada usó una antorcha para escupir combustible, y aunque el truco le salió bien en un par de ocasiones, su barba se mojó del solvente usado para el acto, por lo que rápidamente se incendió.
El accidente ocurrió durante un evento de lucha libre extrema, en la que básicamente se vale todo para atacar al equipo contrario, y eso incluye tubos, sillas y, desde luego, antorchas encendidas.
Masada, quien tiene 41 años de edad y dice que ha participado en luchas en Japón, logró terminar la pelea para después ser trasladado a un nosocomio cercano, donde fue diagnosticado con quemaduras de primer y segundo grado.
“Mi cara se está recuperando rápido, aunque al resto del cuerpo le costará un poco más. Hice este acto muchas veces cuando peleaba en Japón, pero fue demasiado rápido y pienso que cuando me recupere dejaré de hacerlo”, señaló Masada al portal TMZ Sport en una entrevista.