Saldo de Once combatientes proiraníes muertos dejaron los ataques aéreos estadounidenses en el este de Siria, en represalia por un ataque con drones que mató horas antes a un norteamericano e hirió a otros seis.
Un contratista estadunidense falleció, y otro contratista y cinco soldados igualmente norteamericanos resultaron heridos cuando un dron explosivo «de origen iraní» golpeó el jueves una instalación de mantenimiento de una base cerca de Hasaké, en el noreste de Siria.
En respuesta, el secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin, dijo que por indicación del presidente Joe Biden ordenó «ataques aéreos de precisión en el este de Siria, contra instalaciones utilizadas por grupos afiliados al cuerpo de los Guardianes de la Revolución» iraníes.
Unos 900 soldados norteamericanos se encuentran en Siria como parte de una coalición internacional que lucha contra lo que queda del grupo yihadista Estado Islámico. Dichos soldados son blanco frecuente de ataques efectuados por milicias.