Con una ambiciosa reforma tributaria que incluye una regalía a la minería e impuesto a la riqueza, el presidente chileno, Gabriel Boric, busca acercar al país, uno de los más desiguales de Latinoamérica, a los estándares de la OCDE en materia tributaria.

El mandatario progresista presentó este viernes la que fue una de sus principales promesas de campaña: una inédita agenda que, en esencia, apunta a que los ricos contribuyan más en un país con una de las tasas más bajas de recaudación en proporción a su riqueza de todo el bloque de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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