El director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer Aguilar, junto con otros 350 trabajadores fueron retenidos en calidad de rehenes en el edificio de Guadalupe Inn por un centenar de médicos de Oaxaca que denuncian haber sido despedidos sin justificación alguna.
Ante esta situación, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, tuvieron un diálogo con personal de salud con el fin de encontrar una solución.
Minutos después de las 20:35 horas los manifestantes, que dijeron representar a más de 2 mil 200 trabajadores despedidos en Oaxaca, permitieron la salida de los trabajadores retenidos en el instituto, al tiempo que demandaron al presidente Andrés Manuel López Obrador cumplir su palabra para regularizar a quienes laboraron en la primera línea de atención a Covid-19.
Juan Ferrer, director del Insabi, se encontraba entre los trabajadores que por más de siete horas permanecieron retenidos por el bloqueo al único acceso que tiene las instalaciones de la dependencia.
De acuerdo con la institución se identificaron como el Movimiento de Trabajadores Eventuales de Oaxaca y fueron «engañados por funcionarios de la entidad porque les dijeron que se tenía pactado una mesa de negociación con el titular del Insabi, funcionarios del IMSS y del ISSSTE para regularizar su contrato, lo cual no es cierto».
Berta Alicia Galindo, directora de Comunicación del instituto informó que en efecto la regularización del personal de salud es una promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero en este caso el gobierno de Oaxaca fue el que dejó a los trabajadores sin un contrato.
Recordó que en esa entidad, al igual que ha ocurrido en Guerrero, Chiapas y Zacatecas, entre otras entidades, los gobiernos han destinado los recursos de salud a otra áreas y no avanzaron en la contratación del personal médico.
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