El rediseño del espacio aéreo en el Valle de México aumenta el riesgo de incidentes en los vuelos hacia la capital del país, además la gente es afectada por la contaminación auditiva debido al incremento del ruido por las nuevas rutas de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), señaló José Alfredo Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta).
Incluso aseguró que en días recientes «dos aviones estuvieron a punto de chocar» al viajar en direcciones encontradas a la misma altitud.
«Se han presentado varios incidentes que han reportado mis compañeros, sólo que mantienen el anonimato, no quieren dar mayores datos por temor a que los despidan».
Sin embargo, el dirigente del Sinacta expresó que no contaba con datos como fecha o número de vuelos de las aeronaves involucradas. «Hemos tratado de investigarlos ya que la información (de autoridades) es limitada, por eso no puedo dar mayor detalle, aunque desde hace 15 días, cuando se rediseñó el espacio aéreo, se han detectado riesgos debido al mal manejo de los procedimientos que obligan a los controladores a realizar diferentes maniobras» reiteró.
A finales de marzo, el Sinacta, expresó su reconocimiento al gremio de controladores aéreos «por su profesionalismo, ética y gran capacidad» en la implementación de la primera fase de dicho rediseño, «a pesar de los agresivos recortes presupuestales, la falta de personal, las excesivas jornadas de trabajo y constantes ataques» a sus derechos laborales y sindicales.
Por separado Fernando Gómez, Suárez, especialista del sector aeronáutico, aseguró que las modificaciones también reducen distancias entre el espacio de la aerovía destinada y ocasiona que los aviones gasten más combustible.
«Al rediseñar el reordenamiento, los vuelos disponen de diferentes altitudes y trazos de aproximación. Antes daban vuelta por la tercera sección de Chapultepec y pasaban por el World Trade Center para enfilarse hacia el Aeropuerto capitalino. Era la entrada normal para aterrizar.
«Ahora la ruta es más abierta. Más hacia la zona del Ajusco, entonces, la proximidad de la zona orográfica del sur de la CDMX implica un riesgo mayor en las maniobras de pilotos debido a que bajan la altitud, vuelen más bajo en esa zona y afecten a los habitantes, por eso la gente se está quejando por el ruido».
El especialista recordó que en la actualidad el AICM opera al 50 por ciento debido a la pandemia del Covid-19, y cuando se normalicen las operaciones, las autoridades tendrán que modificar de nuevo el espacio aéreo.
Fuente: https://www.jornada.com.mx/