Los capitalinos que este sábado dedican un minuto para contemplar el cielo se sorprenden ante la presencia de un halo multicolores que rodea al Sol, mismo que han capturaron en fotografías que tomaron con sus teléfonos celulares y que ya comparten en las principales redes sociales.
Este fenómeno, que consiste en un círculo brillante alrededor del Sol, es ocasionado por la formación de las partículas de hielo que están en suspensión en la parte más alta de la troposfera.
De acuerdo con el portal de Internet meteorologiaenred.com, cuando la luz solar incide sobre estas partículas de hielo y refractan la luz, se genera un espectro de colores similares al de un arcoíris alrededor del Sol.
Este halo alrededor del llamado astro rey se relaciona con las nubes cirrostratos y es común en países como Rusia, la Antártida o el norte de Escandinavia. No obstante, se puede presentar en lugares donde hay un alto contraste entre las temperaturas de la superficie y las de altitud.
Cabe destacar que generalmente los halos suelen presentarse en el invierno, cuando la humedad se combina con corrientes de ondas polares, pero esta vez sucedió en verano.
Fuente: Reforma
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Así como este acontecimiento, a habido otros en su tiempo como mensaje, primero hablan de un aro al rededor del sol, luego hablan de un arco iris de colores al rededor del sol, es un mensaje De Dios, dijo que habría señales arriba en el cielo, y en la tierra, hubo señales proféticas en el ministerio del Hijo De Dios.
Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.