En Contexto

Así recordará Enrique a lady Di en el día de su boda

Publicado por
Aletia Molina

El pasado noviembre, durante la primera entrevista conjunta del príncipe Enrique y Meghan Markle como pareja, él explicó que el anillo de compromiso de su prometida incluía dos diamantes de la colección personal de joyas de su madre, Diana de Gales, “para asegurarnos de que nos acompaña en este loco viaje juntos”. Y la pareja está decidida a que el recuerdo de la fallecida princesa se mantenga vivo también durante su boda en la Capilla de San Jorge en Windsor, el próximo sábado.

El primer y más claro gesto está en la lista de invitados. Según un comunicado emitido por el palacio de Kensington el 4 de mayo, el príncipe Enrique “está deseando involucrar a la familia de su madre en su boda”. Eso incluye la asistencia de sus dos hermanas, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes –que está casada con un antiguo secretario privado de la reina Isabel II, y que leerá durante la ceremonia–, con sus parejas y sus hijos, y también la del hermano de la princesa, el conde Spencer, una figura más polémica cuya relación con la familia real se suponía enrarecida después del discurso amargo que pronunció durante el funeral de Diana: “Prometo que nosotros, tu familia de sangre, haremos todo lo posible por continuar la manera imaginativa y amorosa en la que dirigiste a estos dos jóvenes excepcionales para que sus almas no estén solo inmersas en el deber y la tradición”.

Spencer, que reside en la mansión de Althorp, donde está enterrada Diana, acudirá con su tercera mujer, Karen, y sus hijos mayores. “Enrique se lleva bien con sus tías y su tío y todos han conocido a Meghan –declaraba una fuente a la edición americana de la revista Vanity Fair–. Todos sus primos tienen el ‘ticket de oro’” (calificación que hace referencia a la invitación que también incluye la posterior recepción en Frogmore House, cuyo aforo será mucho más reducido).

Las flores que decorarán la iglesia también estarán cargadas de simbolismo. La diseñadora floral elegida por los novios, Philippa Craddock, aseguró en un comunicado que la colaboración con la pareja había sido “muy colaborativa, fluida, creativa y divertida. El diseño final los representa como pareja”. Además de la flor preferida de Meghan, las peonías, los arreglos incorporarán rosas blancas –las favoritas de Diana– como homenaje. El año pasado, coincidiendo con el 20 aniversario de su muerte, ya se inauguró en el palacio de Kensington un jardín de rosas blancas llamado White Garden en su memoria. Se especula con que el ramo de la novia también podría incluir un guiño a Diana.

Al igual que hicieron Guillermo y Kate, Enrique y Meghan han pedido a los invitados y al público que, en vez de enviar un regalo de bodas, realicen una donación a una de las siete organizaciones benéficas que han elegido personalmente porque “reflejan sus valores compartidos”. Al menos dos de ellas están relacionadas con algunas de las causas en las que más se implicó la princesa Diana en vida. La primera es Crisis, la organización británica de apoyo a personas sin hogar (Diana incluso llevó a sus hijos a visitar albergues para que conocieran la realidad de los ‘sin techo’). La segunda es CHIVA (Children’s HIV Association), dirigida a niños portadores del virus del sida en Reino Unido e Irlanda. La princesa hizo de la lucha contra esta enfermedad una de sus causas de bandera, y su activismo contribuyó en gran medida a desestigmatizarla.

Además del anillo de compromiso, varios medios británicos barajan la posibilidad de que la tiara que luzca Meghan en la boda –es tradición que todas las novias reales lleven una– sea la de la familia Spencer. Aunque parece bastante más probable que se incline por una de los Windsor, no sería de extrañar que su “algo prestado” fuera otra de las joyas de la fallecida princesa. También podría ser su “algo nuevo”, pues es costumbre en las uniones reales que el novio le regale una joya a la novia el día de la boda, y la colección de alhajas de Diana está ahora en manos de sus hijos.

Hay quien también ha interpretado como un guiño a Diana (que era conocida como “la princesa del pueblo”), el hecho de que Enrique y Meghan hayan invitado a 2.640 personas (1.200 ciudadanos, 200 representantes de entidades benéficas, 100 alumnos de escuelas locales, 610 miembros de la comunidad del castillo de Windsor y 530 miembros de la Casa Real) a ver la boda desde los terrenos de Windsor Castle. Uno de esos invitados es una estudiante de 15 años llamada Faith Dickinson que el año pasado recogió de manos de Guillermo y Enrique el primer Diana Award –un premio creado para reconocer a jóvenes que están ayudando a mejorar el mundo–, por su trabajo al frente de la ONG Cuddles for Cancer. Y una última anécdota (aunque esto, probablemente, no sea premeditado): James Gaselee, el oficial del regimiento de caballería que dirigirá la escolta que acompañará a los recién casados en su primer paseo en carruaje, es hermano de una de las damas de honor de Diana.

El príncipe Guillermo también evocó la presencia de su madre con detalles sutiles en su boda. Además del anillo de compromiso de la novia, que había pertenecido a Diana, durante el servicio religioso se cantó el himno Guide Me, O Thou Great Redeemer, que también había sonado en el funeral de la princesa, y entre sus invitados estaba el músico Elton John, íntimo amigo de Diana, que hizo llorar a medio planeta con su interpretación de Candle in the wind durante el oficio fúnebre. El cantante, inmerso en su gira mundial de despedida, ha despejado el próximo fin de semana en su agenda de conciertos, lo que hace sospechar que también podría acudir a esta nueva boda real.

Fuente: El País

Compartir:
Compartir
Publicado por
Aletia Molina

Entradas recientes