La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reprobó la operación de 10 cárceles ubicadas en municipios de cuatro estados del país.
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, esos penales no garantizan la integridad de mujeres y hombres; una estancia digna; condiciones de gobernabilidad; la reinserción; o no cuentan con instalaciones con requerimientos específicos.
Y en una escala del 1 al 10, los centros de reclusión obtuvieron una evaluación que va de 0.08 al 3. El diagnóstico de la CNDH ubica a la cárcel pública municipal de San Blas, Nayarit, como la peor del país.
Le siguen las prisiones de Rosamorada y Acaponeta, también en ese estado; las cárceles distritales de Tizayuca y de Zacualtipán, Hidalgo; el Reclusorio Preventivo Municipal de Cihuatlán, Jalisco; la distrital de Zimapán y de Atotonilco El Grande, ambas en Hidalgo; la cárcel municipal de Tuxpan, Nayarit, y la cárcel distrital de Bochil, Chiapas.
Nueve de ellas presentan problemas de hacinamiento, destacando las cárceles distritales de Zacualtipán, con 263% de sobrepoblación; y la de Tizayuca, ambas en Hidalgo, donde se presenta una sobrepoblación de 208%. Además, carecen de separación entre hombres y mujeres.
Según la CNDH, los Centros Federales de Readaptación Social Aserradero y Morelos, ubicados en las Islas Marías, son las mejores prisiones evaluadas.
En diez municipios de Chiapas, Hidalgo, Jalisco y Nayarit se encuentran las prisiones más inseguras y con las peores condiciones para los internos de las 298 que hay en las 32 entidades federativas del país, revela un estudio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016 menciona que al realizar una revisión se determinó que las diez cárceles no garantizan la integridad de mujeres y hombres; una estancia digna; condiciones de gobernabilidad; la reinserción; o no cuentan con instalaciones con requerimientos específicos.
De una escala del 1 al 10, los centros de reclusión obtuvieron una evaluación que va del 0.08 al 3. El diagnóstico de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ubica a la Cárcel Pública Municipal de San Blas, Nayarit, como la peor del país.
Le siguen la prisión de Rosamorada y Acaponeta, ambas en esa misma entidad. La Cárcel Distrital de Tizayuca y Zacualtipán, Hidalgo; Reclusorio Preventivo Municipal de Cihuatlán, Jalisco; la Distrital de Zimapán y Atotonilco El Grande, ambas en Hidalgo; la Cárcel Pública Municipal de Tuxpan, Nayarit, y la Cárcel Distrital de Bochil, en Chiapas.
Nueve de ellas presentan problemas de hacinamiento, destacando las cárceles Distritales de Zacualtipán, con 263% de sobrepoblación; y la de Tizayuca, ambas en Hidalgo, donde se presenta una sobrepoblación de 208 por ciento.
El documento menciona que las prisiones carecen de separación entre hombres y mujeres, servicios para mantener la salud de las personas privadas de la libertad, supervisión por parte del director, no hay programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como programas para la prevención de violaciones a derechos humanos y la atención en caso de detección.
Insuficiencia en los procedimientos para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos, atención a personas privadas de la libertad en condiciones de aislamiento, no hay manuales o protocolos, el personal penitenciario carece de capacitación, así como una deficiente integración del expediente técnico-jurídico de cada persona privada de la libertad.
El diagnóstico de la CNDH muestra que sólo uno de 19 penales de máxima seguridad, los cuales la federación administra con la iniciativa privada, está entre las diez prisiones con mayores estándares de calidad en el país.
Las prisiones se encuentran en los estados de Aguascalientes, Baja California, Colima, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla y Querétaro.
Según los datos, el Centro Federal de Readaptación Social Aserradero y Morelos, en las Islas Marías, a cargo del gobierno federal, son las mejores prisiones del país. Le siguen el Centro Penitenciario Femenil de Saltillo, Coahuila; y el de Centro Estatal de Reinserción Social de San Miguel de Allende, Guanajuato.
En estas prisiones, según la CNDH, las instalaciones son adecuadas y el personal tiene la capacitación adecuada, lo que garantiza la estadía del interno (mujeres y hombres), así como su reinserción en la sociedad.
Nayarit se encuentra dentro de los estados con las peores cárceles del país, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Fuente: Excélsior