No ha concluido ni la universidad, pero el mexicano Alexandros Paleologos, de 24 años, ya sabe lo que es trabajar como ingeniero de la Fórmula Uno.
A lo largo de casi 6 meses, ha sido una de las más mil personas involucradas en mejorar el rendimiento de los vehículos del equipo de Renault Sport, a donde llegó luego de ser uno de los siete ganadores del programa Infiniti Engineering Academy.
Durante su experiencia en Renault Sport, ha vivido las dificultades a las que se enfrentan los equipos de la máxima categoría del automovilismo en su afán de ser los más rápidos de la pista.
«Estás compitiendo contra los mejores», explica Paleologos.
«Sí es mucha presión, son muchas horas y, obviamente, no puedes negociar en presupuesto, no puedes negociar en tiempos de entrega: el coche tiene que estar en la pista cada dos semanas».
Apenas en mayo pasado, el estudiante del Tecnológico de Monterrey se familiarizaba con las instalaciones del equipo, en Enstone, Reino Unido; dos meses después, para la carrera de Mónaco, el auto del equipo Renault Sport, el RS17, ya contaba con componentes desarrollados por el mexicano.
En esa ocasión, Paleologos rediseñó la triple aleta T, un componente ubicado en la parte posterior del vehículo, y con el que se mejora la presión aerodinámica que se genera. Aunque se trato de una aportación discreta, la experiencia le dejó una gran lección: hasta las pequeñas mejoras cuentan en la Fórmula Uno.
«Definitivamente aprendí que los pequeños cambios hacen la diferencia en temas de diseño; el coche durante todo el año evoluciona, pero es una evolución muy sutil», explicó.
«Cada carrera, hay cambios muy sutiles en el coche, que obviamente le permiten adaptarse a cada circuito y que es lo que hace recortar esas décimas de segundo, que pueden marcar la diferencia entre quedar quinto lugar o llegar en octavo».
Para cuando termine el Gran Premio de México, Paleologos cerrará su ciclo en el Infiniti Engineering Academy, luego de un recorrido de un año que lo llevó a trabajar en el Centro Técnico de Infiniti, a desarrollar piezas para el equipo de Renault Sport e, incluso, a ser uno de los encargados de monitorear el desgaste del RS17 durante las carreras.
Sólo entonces volverá a México para terminar la universidad.
Cuatro lecciones de la F1 para la vida
Primero escucha
Incluso cuando creas que tienes la razón, hay que aprender a escuchar las ideas de todos los miembros de un equipo y examinarlas, explicó Paleologos.
Uno nunca puede dar por sentado que tiene la mejor solución.
Interactúa con todos
Para crecer profesionalmente, no sólo te enfoques en el conocimiento técnico, también aprende a desenvolverte socialmente, pues los otros miembros del equipo pueden ayudarte a encontrar soluciones o, incluso, abrirte nuevas oportunidades profesionales.
Contacto cercano
No siempre basta un correo electrónico para comunicar una idea, por lo que no está de más ir a visitar a otros miembros del equipo y platicar con ellos cara a cara, eso te permitirá conocerlos y también para que ellos sepan quién eres.
Apasiónate por el trabajo
Aunque en la Fórmula Uno se trabaja los fines de semana, nadie se queja debido a la pasión que sienten todos por su trabajo, aseguró Paleologos. Busca lo que te apasiona de tu trabajo y recuérdatelo a ti mismo en las jornadas de trabajo más largas.
Fuente: Reforma