El presidente Donald Trump se quedó solo en su oposición al acuerdo global contra el cambio climático y provocó miedos de una guerra comercial en la reunión de las 20 mayores economías del mundo en Hamburgo. La anfitriona, la canciller alemana Angela Merkel, logró un comunicado conjunto, pero no la promesa de políticas en las que participe Estados Unidos.
La canciller dijo que era mejor «no recrearse» en las diferencias, pero reconoció no ser «optimista» sobre el acuerdo con Estados Unidos en el futuro, en particular sobre la lucha contra el cambio climático. «Estados Unidos subrayó lo que quería. Y el resto también. Está claro que no es una posición común».
«No puedo ocultar que los debates sobre asuntos comerciales son difíciles», dijo también Merkel en la rueda de prensa tras la reunión. «No sé qué pensará mañana o pasado mañana».
La silla de Ivanka
Durante la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno, Trump dejó en un par de ocasiones que su hija Ivanka ocupara su lugar mientras él tenía reuniones con otros líderes al margen de la sesión plenaria.
A ratos, el presidente parecía poco interesado en confraternizar y se sentaba solo esperando a que empezara la reunión. Para Trump, la parte más importante de Hamburgo fue su charla con Vladimir Putin.
Las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 empezaron como un foro de debate en busca de soluciones contra la crisis financiera y se celebraban habitualmente con pocas tensiones. Estados Unidos solía estar del lado de los europeos más proclives al libre comercio, pero la llegada de Donald Trump ha cambiado el discurso de la mayor economía del mundo y ha provocado nuevos conflictos.
Merkel admitió que las discusiones habían sido “muy difíciles”. Los representantes de los gobiernos estuvieron hasta las dos de madrugada del sábado trabajando en la declaración final en particular por la búsqueda de frases que contemplaran el deseo proteccionista de Estados Unidos y su desmarque del pacto de lucha contra el cambio climático.
Al final, Estados Unidos aceptó la parte sobre el libre comercio porque incluía el adjetivo “justo”, aunque la definición de esta palabra no es la misma a ambos lados del Atlántico. También obligó a introducir una frase sobre las «medidas defensivas» a las que los gobiernos tienen derecho.
“Los mercados deben permanecer abiertos. Esto va de luchar contra el proteccionismo y contra las prácticas comerciales injustas”, dijo Merkel, intentando adoptar un tono conciliador.
Así conquistó Putin a Bush y a Obama antes que a Trump y así de mal acabó la relación
El largo encuentro del presidente de Estados Unidos y el de Rusia puede no cambiar el conflicto entre Washington y Moscú. Las horas de pesca, caviar y charla de Putin con los predecesores de Trump no sirvieron para evitar el enfrentamiento.
Guerra comercial
Sin embargo, la definición de «prácticas comerciales injustas» no significa lo mismo para Estados Unidos, que debate imponer aranceles contra los bienes extranjeros si sigue aumentando el déficit comercial de Estados Unidos, que compra mucho más de lo que vende en el exterior.
Esto preocupa especialmente a los europeos, los principales socios comerciales de Estados Unidos.
La Casa Blanca, por ejemplo, debate imponer aranceles especiales a las importaciones de acero, que las empresas estadounidenses compran en países como Canadá, Brasil, Corea del Sur y Alemania.
Esto puede provocar una ola de denuncias ante la Organización Mundial del Comercio y aranceles extra contra los productos estadounidenses.
“Estamos preparados a tomar las armas si hace falta”, dijo Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, el órgano responsable de las relaciones comerciales de los 28 miembros de la Unión Europea, incluido todavía el Reino Unido. Si hay aranceles a las exportaciones europeas de acero, el bloque europeo responderá “en días”, según Juncker, con medidas recíprocas contra productos estadounidenses.
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo que las amenazas de Trump si se cumplen pueden perjudicar el crecimiento global por el “contagio” de medidas parecidas en todo el mundo. Gentiloni admitió que hay «temores» de medidas «unilaterales» en los próximos meses.
Durante la reunión del G-20, no sólo los europeos advirtieron de los peligros de una guerra comercial. También Japón alertó del riesgo del proteccionismo, que hace que “toda la economía internacional encoja”.
La frase del cambio climático
Sobre el cambio climático, la brecha entre Estados Unidos y el resto quedó clara en el comunicado en que se incluye el compromiso de las grandes economías del mundo menos una: “Los líderes de los otros miembros del G-20 afirman que el acuerdo de París es irreversible”.
“Estamos comprometidos con lo que acordamos”, insistió Merkel tras la reunión. Todos menos Estados Unidos hablarán de medidas concretas del plan global en un cónclave en París el 12 de diciembre.
Trump anunció en mayo la salida de Estados Unidos del pacto por el que cada país se compromete a rebajar gases contaminantes según sus propios objetivos y su propia voluntad. El acuerdo no es vinculante y así se hizo para que Estados Unidos y China participaran en él.
En la declaración de Hamburgo, Estados Unidos se empeñó en que se incluyera una frase dedicada a los combustibles fósiles, entre los que está el carbón, sobre el compromiso de su país de usarlos “de manera más limpia y eficaz”.
Trump dijo que rechaza el pacto del clima porque no representa a París sino a Pittsburgh: Así se veía esta ciudad cuando dependía del carbón
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la Ciudad Acerera vivía quemando este combustible. El humo cubría las calles, sus edificios y la vida de sus residentes.
“Sus G20s”
En el día y medio de reuniones, Trump le dedicó el mayor tiempo a Putin. Estuvo más de dos horas y cuarto hablando con el presidente ruso en una reunión formal y tuvo varios encuentros más informales con él durante la conferencia.
Aunque Trump hizo un esfuerzo por ser más amable que otras veces con Merkel, incluso en sus alabanzas a la anfitriona le salió un tono crítico.
En referencia a las protestas en Hamburgo durante la reunión, Trump alabó a Merkel por “lo bien que ha manejado las cosas”, pero añadió una referencia irónica a las protestas. “Parece que les siguen por todos lados en sus G20s”, dijo.
El grupo, en teoría, es de todos los participantes, incluido Estados Unidos.
Fuente: Univisión