La cifra podría aumentar con los avances en las labores donde explotó la bomba no nuclear más potente; resaltan que no hay civiles entre las víctimas
El número de fallecidos de grupo extremista Estados Islámico fue confirmado por el portavoz del gobernador provincial de Nangarhar, Ataullah Khogyani, en donde se produjo el bombardeo.
Un miembro del Ministerio afgano de Defensa declaró este viernes que la cifra de víctimas podría aumentar conforme las autoridades exploraban el lugar de la explosión en el distrito de Achin.
«Afortunadamente no hay reportes de que murieran civiles en el ataque», destacó el vocero.
El ataque de Estados Unidos fue contra un complejo de túneles en la remota provincia oriental de Nangarhar, cerca de la frontera con Pakistán, mató al menos a cuatro líderes de la milicia radical; en las últimas semanas se reportó que las fuerzas afganas habían tratado de asaltar.
En la operación del jueves se lanzó una bomba conocida oficialmente como GBU-43B o MOAB (siglas en inglés de «arma de artillería aérea masiva», pero también de «madre de todas las bombas», como la apoda la Fuerza Aérea), que contiene 11 toneladas de explosivos.
La oficina del presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo el viernes que se había dado una «estrecha coordinación» entre el ejército de Estados Unidos y el gobierno afgano y que habían tenido cuidado de evitar bajas civiles.
Washington estima que hay entre 600 y 800 combatientes de ISIS en Afganistán, la mayoría en Nangarhar. Estados Unidos se ha concentrado en combatirlos al tiempo que asiste a las fuerzas afganas en su lucha contra el Talibán. Estados Unidos tiene más de 8,000 soldados en el país, instruyendo a las fuerzas locales y realizando operaciones antiterroristas.
También el sábado, Khogyani dijo que un líder de distrito y otras tres personas habían resultado heridos cuando su vehículo recibió un ataque con una bomba. Uno de los heridos era el Ghalib Mujahid, responsable del distrito de Bati Kot.
Fuente: La Razón