Familiares de una de las nueve personas ejecutadas en Nogales, Veracruz, revelaron que éstas «trabajaban» para un grupo de policías federales que los utilizaba para hacer inspecciones de vehículos en retenes en Puebla.
«Llevaban el uniforme a la casa, yo lo lavaba; venían con la estrella de la PF. Me comentaba que trabajaba como madrina de los federales y que las drogas y las armas que ellos encontraban en los retenes se los daban a los policías federales, a su mando, un comandante», narró una familiar de una de las víctimas, cuyos cuerpos aparecieron el jueves amontonados en una camioneta.
«No se vale. Usaban a nuestros familiares y los desprotegieron. Les daban gorra, chamarra y uniforme de la PF para los retenes, hacían el trabajo de los federales y no les pagaban gran cosa».
De acuerdo con las pesquisas, dos de las víctimas eran originarias de Culiacán, Sinaloa, y cuatro de Acayucan, Veracruz. De las otras tres, las autoridades desconocen su origen.
Fuentes cercanas a las pesquisas revelaron que entre las personas había una mujer.
El familiar indicó que la víctima le contaba que sólo los apoyaban a cambio de dinero y en ocasiones con la promesa de meterlos en la corporación.
Recordó que en ocasiones su familiar le comentó que «iba a los madrazos» cuando se trataba de apoyar a detener a delincuentes.
«Decía que habían atorado en los retenes drogas de todo tipo y que valían mucho dinero, además de armas, de los fusiles, pero que eso solo era para los mandos».
Fuentes cercanas a las pesquisas revelaron también que dos hombres fueron ejecutados durante el trayecto de Esperanza, Puebla, de donde fueron sustraídos de un hotel, a Nogales.
Fuente: Reforma