El presidente Barack Obama abrió las puertas de la Casa Blanca a los Cachorros de Chicago para festejar su campeonato en la Serie Mundial que conquistaron hace poco más de dos meses y resaltó el papel del deporte como elemento de armonía en un país dividido.
«A lo largo de nuestra historia, el deporte ha tenido este poder de unirnos incluso cuando el país está dividido», señaló al homenajear al equipo de béisbol de su ciudad natal.
La ceremonia se realizó cuatro días antes que Obama traspase la presidencia a Donald Trump, luego de una de las elecciones más discordantes en tiempos recientes.
También se da tras un fin de semana en el que el congresista demócrata John Lewis, un ícono de la lucha por los derechos civiles, indicó que no considera a Trump como un presidente legítimo debido a la interferencia de Rusia en las elecciones.
Fuente: La Razón