La Unión Europea (UE) y Cuba firmaron su primer Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, abriendo camino para un cambio en sus relaciones bilaterales luego de 20 años de distancia impuesta por la llamada «posición común» de la mancomunidad.
Dicha política, adoptada en 1996 por presión de España, supeditaba la cooperación europea con Cuba a avances democráticos por parte del gobierno de Fidel Castro.
«Cuba está cambiando profundamente y la UE está acompañando este proceso, junto al gobierno cubano y al pueblo cubano», declaró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El nuevo pacto fue rubricado por el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, y sus homólogos de los Veintiocho durante una ceremonia en Bruselas.
Define las relaciones entre la mancomunidad y la isla caribeña con base en tres ejes: diálogo político, cooperación sectorial, y comercio e inversión, aunque sin crear un área de libre comercio.
Las dos partes expresaron su expectativa en cooperar estrechamente en cuestiones como el cambio climático, la migración y la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas.
«Para la UE, el acuerdo proporciona un instrumento para apoyar mejor el proceso cubano de modernización económica y social», afirmó Mogherini en rueda de prensa.
La diplomática también confía que la mancomunidad podrá «aprovechar plenamente» las oportunidades que se presentarán gracias a los lazos históricos, económicos y culturales que comparte con Cuba.
Por su parte, Rodríguez confió que el pacto contribuirá a «desarrollar más los vínculos políticos, sociales, financieros, académicos, deportivos y de cooperación» entre su país y los europeos.
Cuestionado sobre la situación de los derechos humanos en la isla, el canciller sostuvo que los resultados de su gobierno «en numerosos ámbitos» son «reconocidos mundialmente» y afirmó que las autoridades europeas no le han planteado cualquier exigencia a ese respecto.
Al mismo tiempo, llamó la atención para la vulneración de los derechos humanos de refugiados y la desigualdad social en Europa y en Estados Unidos.
Tanto Rodríguez como Mogherini aseguraron que el cambio de dirección prometido por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su política hacia Cuba no afectará «de ninguna manera» las relaciones entre la isla y la UE.
«Las relaciones entre la UE y Cuba felizmente no pasan por Washington», subrayó Rodríguez.
Fuente: Noticieros Televisa