En 2015 el costo que representó el contrabando y la piratería a la economía nacional se calcula en aproximadamente 236 mil millones de pesos, equivalente a 1.25 por ciento del producto interno bruto (PIB), informó Enrique Guillén, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
En el contexto del primer Diálogo para el combate del contrabando y la piratería, el dirigente industrial aseguró que la clonación de productos es la segunda producción más redituable después del narcotráfico dentro de las actividades ilícitas en México.
Esos mercados fuera de la ley se estima que representan una pérdida recaudatoria para las autoridades hacendarias de poco más de 6 mil millones de pesos anuales, añadió el líder sectorial. Ricardo Treviño Chapa, titular de la Administración General de Aduanas del Sistema de Administración Tributaria (SAT), indicó que entre 2015 y lo que va de 2016 se han decomisado 9 millones 200 mil piezas de productos apócrifos en las aduanas del país.
Esa cantidad, argumentó, representa alrededor del doble de lo decomisado entre 2006 y 2012. El funcionario fiscal explicó que si se pone en marcha el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), las autoridades tendrán la posibilidad de decomisar en las aduanas productos apócrifos que lleguen al territorio nacional.
Indicó que la diferencia con el esquema de ahora es que la autoridad no pude determinar qué producto es apócrifo, puesto que se tiene que recurrir a las empresas que son afectadas para que ellas verifiquen si es que son copias de sus marcas, y muchas veces las firmas no acuden para realizar esa acreditación.
La British American Tobacco ha dado la cifra de que al año ingresan a México 340 millones de cajetillas de cigarros por los que no se pagan impuestos. “Estudios realizados por la industria tabacalera en diferentes marcas de cigarros pirata han encontrado diversos materiales, entre ellos restos de alfombra, tejido humano, madera, paja y heces fecales animales y humanas”, subrayó el presidente de la Canacintra.
El aeropuerto de la Ciudad de México es el punto más sensible para esa actividad ilegal, por lo cual las aduanas requieren más dientes para su operación, concluyó el funcionario del SAT.
Fuente: Milenio