El estadounidense Sam Querrey, 28° cabeza de serie del torneo, dio el gran batacazo en Wimbledon al derrotar por 7-6 (8-6), 6-1, 3-6 y 7-6 (7-5) al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, defensor del título y campeón en tres ocasiones sobre el césped londinense, en un partido correspondiente a la tercera ronda del tercer Grand Slam del año.
El duelo había comenzado a disputarse el viernes y había sido suspendido por lluvia cuando Querrey tenía dos sets de ventaja. El sábado el clima tampoco ayudó, ya que hubo otras tres detenciones durante el juego: la primera cuando el serbio se había puesto rápidamente 4-0 en el tercer set, la segunda cuando ya había ganado ese parcial 6-3 y estaban 1-1 en el siguiente, y la tercera con 6-5 a favor del norteamericano en el cuarto.
Querrey desperdició cinco break points en ese último parcial. Los nervios por cerrar cuanto antes el encuentro le jugaron una mala pasada, pero luego supo templarlos para consumar su gran victoria en dos horas y 56 minutos.
Con esta derrota, Djokovic no podrá alcanzar su sueño de ganar los cuatro certámenes de Grand Slam en la misma temporada (ya se había consagrado en Australia y en Roland Garros) y emular así al estadounidense Donald Budge (1938) y al australiano Rod Laver (1962 y 1969). Tampoco podrá convertirse en el segundo hombre en la historia en ganar cinco grandes consecutivos (Budge es el único que ganó seis).
El serbio no perdía un partido en un torneo de Grand Slam desde la final de Roland Garros en 2015, contra el suizo Stanislas Wawrinka y sumaba 28 victorias al hilo antes de la caída ante Querrey, quien lo había vencido solo en uno de los nueve choques previos entre ambos.
Fuente: El Clarín