Con un entrenamiento más en forma, ya que solamente falta Hirving Lozano, la Selección mexicana trabajó en el complejo olímpico de esta ciudad de cara al partido de mañana contra Chile en el segundo y último choque de preparación antes de comenzar con la aventura llamada Copa América Centenario.
Con las incorporaciones de Miguel Layún, Raúl Jiménez, Héctor Herrera y Jesús “Tecatito” Corona, y con un mayor volumen de trabajo de Oribe Peralta y Paúl Aguilar, Juan Carlos Osorio finalmente pudo laborar de una mejor manera. Eso le quedó claro, ya que a la hora de formar el interescuadras no tuvo objeciones en montar una y otra vez dos equipos con distintos planteamientos.
A rededor de 50 aficionados librándose de las vallas, saltando bardas de un fraccionamiento y sorteando a la seguridad del lugar, desde lejitos observaron a sus ídolos. Sin embargo los jugadores les recriminaron su evasiva, ya que una vez arriba del autobús, éste no frenó y se dirigió al hotel de concentración, debiéndoles los autógrafos.
Fuente: Esto