Clara Gómez González, testigo de la muerte de 22 personas, incluida su hija, en una bodega de Tlatlaya el 30 de junio de 2014, dijo que no duda de lo que ese día vio: militares ejecutando a civiles.
El viernes 13 de mayo, el Sexto Tribunal Unitario del Segundo Circuito absolvió y ordenó la liberación de Fernando Quintero Millán, Roberto Acevedo López y Leobardo Hernández Leónides, militares que estaban acusados de homicidio, encubrimiento (en la modalidad de alteración) y modificación ilícita de vestigio del hecho delictivo.
En entrevista con Carlos Puig, Gómez González dijo que lo que el magistrado está diciendo, al absolver a los tres militares, “es pura mentira”, debido a que está tomando en cuenta declaraciones que ella fue obligada a firmar.
“Cuando me tuvieron detenida en Toluca (en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México) me hicieron firmar la declaración falsa. En ningún momento nos la dieron para ver qué fue lo que firmé”, dijo. De acuerdo con su abogado, Santiago Aguirre, del Centro de Derechos Miguel Agustín Pro Juárez, la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya determinó que Clara sufrió malos tratos cuando se obtuvieron sus primeras declaraciones, a las que el magistrado “asignó mayor valor” y obvió “que fueron rendidas bajo tortura para dos testigos y bajo tratos crueles en contra de Clara”.
Clara contó que para obtener las primeras declaraciones los llevaron “a otro lado” donde los “torturaron psicológica y verbalmente». “Físicamente me golpearon. Me llevaron a un espacio muy pequeño. Querían que nos echáramos la culpa de ser del crimen organizado”, dijo.
Fuente: Milenio
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Se Cumplen 7 Años y De Justicia; Nada!