Las emociones son parte del ser humano y a través de ella se expresa mucho de lo que no se dice verbalmente. Las emociones positivas no son tanto el problema en lo que a salud se refiere. Sin embargo, las negativas como la ira, la amargura, la envidia, entre otras, suelen salirse de control, generalmente, seguidamente después de haber sido activadas. Estas además de no dejar pensar con claridad y condicionar la mente, a la larga terminan perjudicando la salud de la persona.
Según el psicólogo de la Universidad de California, Brett Ford:
La ira puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos, y a ser más felices y estar más sanos a largo plazo
La clave estaría en utilizar la ira de manera estratégica en beneficio propio.
- No reaccionar explosivamente
Reaccionar de manera inmediata una vez que la emoción ha sido desencadenada, es un error ya que la persona no piensa con claridad y puede cometer grandes errores. Lo recomendable es estos momentos, es para poder manejar la emoción respirar profundamente y contar hasta que se recobre el ritmo cardíaco normal.
- La fe
Tener fe, creer en algo, es de mucha ayuda en momentos de emociones negativas y explosivas. Ayuda a que la intervención de un ser superior que muestre cuál es el camino facilite las cosas. De hecho hay evidencia de qué la fe ayuda a las personas con depresión a salir adelante.
- Reestructuración
Según la Asociación Americana de Psicología, modificar algunas palabras al reaccionar ante un desencadenante de emoción negativa puede ayudar. En vez de decir qué terrible, es lo peor, decir es muy frustrante lo que pasó, pero no voy a solucionar nada enojándome.
- Liberar las emociones en el lugar adecuado
Pero controlar la ira, reprimir las emociones no es tampoco saludable. Pero se la puede liberar en un ámbito propicio para ello como ser realizando ejercicio, algún deporte de lucha o también en meditación, yoga u otro tipo de disciplina.
- No siempre hay solución
La creencia de que todo tiene una solución no siempre aplica, hay cosas que realmente no tienen solución y el estar buscando solución a todo puede ser frustrante cuando se descubre que no todas las cosas la tienen. Por ello, es preferible enfocarse más que en buscar la solución en hacer frente al problema, aceptarlo y asumirlo
- Ver más allá del momento
De todo se aprende y de los errores, los fracasos y las caídas es de donde se sale más enriquecido se suele decir comúnmente. Aunque sea una frase hecha aplica a la vida perfectamente. Aprender a ver más allá del problema en sí, del momento de dificultad, ayuda a entender que por algo pasan las cosas, que de lo malo también puede haber algo bueno y que el tiempo siempre permite ver las cosas con mayor claridad.
- Ponerle humor a los momentos difíciles
El humor siempre es un buen aliado, ayuda a relajar a ver las cosas con otra actitud incluso en los perores momentos.
Fuente: Sanar