El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, extendió el martes el despliegue de soldados de la Guardia Nacional en la frontera con México debido a un aumento en el arribo de niños migrantes sin acompañante.
La orden llega luego de que las cifras de la Patrulla Fronteriza mostraran que más de 10 mil niños sin acompañante cruzaron a Estados Unidos durante octubre y noviembre, lo que representa el doble de cruces en los mismos dos meses del año pasado.
El repunte ya provocó que la Patrulla Fronteriza abriera dos albergues en Texas y uno en California.
«Texas no permanecerá inactivo frente a este reto», dijo Abbott. «No seremos victimizados como estado por la respuesta apática del gobierno federal en cuanto a la seguridad fronteriza».
Soldados de la Guardia Nacional fueron primero desplegados por el ex gobernador Rick Perry en 2014. Envió a más de mil aunque sólo unos cientos permanecían en meses recientes.
Abbott, quien asumió el cargo en enero y autorizó hace algunos meses un presupuesto récord para seguridad fronteriza por 800 millones de dólares, no indicó cuánto tiempo duraría el despliegue. Abbott previamente se negó a decir cuándo terminaría la misión de la Guardia Nacional, al decir que no quería que los soldados dejaran Texas hasta haber entrenado a cientos de nuevos agentes policiales para remplazarlos.
El gobierno estadounidense no desea que se repita la crisis a la que se enfrentó en el verano del 2014, cuando decenas de miles de niños y familias atravesaron la frontera sin autorización, y las áreas de detención de la Patrulla Fronteriza se saturaron y había incluso niños durmiendo en el piso.
La Casa Blanca calificó la masiva llegada de niños migrantes solos como una «crisis humanitaria».
Fuente: La Jornada