A estas alturas ya todos sabemos que hay de red carpets a red carpets; por ejemplo, en los Oscar y los Golden Globes la mayoría de las estrellas buscan mostrar sus looks más chic y glamourosos, lo mismo en la Gala del Met, mientras que las pasarelas musicales como los Grammy o los Video Music Awards, suelen ser más “escandalosas” —imposible dejar de mencionar el vestido de carne de Lady Gaga—, pero al fin y al cabo, su fin último, por lo menos hoy en día, es el de acaparar titulares, más que figurar en las listas de mejor vestidas. Este año las famosas se sublimaron en aquello de tratar de llamar la atención y aunque no hubo ningún vestido hecho de salchichas, lo cierto es que hubo bastantes looks shockeantes. ¿Te acuerdas de éstos?
1) Madonna, torera
La Reina del pop va camino a convertirse en la “chavorruca” más notoria del planeta. Es verdad que conserva una figura de envidia (aunque hay quien dice que es demasiado músculo), pero eso no justifica enseñar las pompas impunemente. El corset de Givenchy al estilo “matador” que “lució” en la 57 edición de los Grammy ya era bastante vistoso —y no de la mejor manera—, particularmente lo fue complementado con medias de red y botas a la rodilla, pero la montera parecía ser el detalle que contribuía a que lo extravagante cruzara la barrera hacia el mal gusto, cuando se dio la vuelta y ¡oh sorpresa! #ooops.
2) Sarah Jessica, emperatriz
Hubo un tiempo en el que la Gala del Met era el epítome de todo lo chic, hasta que lamentablemente, en 2008, el tema de la exposición fue “superhéroes” y todo el glamour se fue a la goma. Las famosas decidieron que se trataba de un segundo Halloween y fueron disfrazadas de —según ellas— la versión high fashion de Batichica y la Mujer Maravilla. De ahí a este 2015, en esta pasarela por mucho tiempo considerada la más elegante del año, reinan los disfraces caros. Y si no me creen, basta echar un ojito al numerito que se puso este año Sarah Jessica Parker. Haciendo “honor” al tema sobre China, nuestra Carrie se montó un tocado del famoso sombrerero inglés Philip Treacy que le valió ser comparada en numerosísimos memes, con el emoji del diablito y la llama… No precisamente un fashion statement.
3) Rihanna, pastel de quinceañera
Nadie duda que Giambattista Valli sea uno de los diseñadores más destacados de nuestra era, lo cual no significa que todo lo que hace sea maravilloso, como lo prueba este émulo de algodón de azúcar —del color correcto y todo— que llevó Rihanna a los Grammy 2015. Las redes sociales se dieron vuelo con este look, comparándolo desde con un vestido de quinceañera hasta con una cortina para baño, eso sin mencionar que RiRi, quien es famosa por sacar el máximo provecho a sus sensacionales curvas, esta vez decidió cubrirlas por completo, y que, como ya el vestido era bastante llamativo, la diva del pop decidió que “ya para qué se arreglaba” y lo acompañó con un look beauty de “recién salida de la regadera” muy cuestionable para una entrega de premios.
4) Jennifer Lopez,en chica burlesque
Puede ser que Jenny from the block no haya sido la primera en usar el naked dress —quizá la prenda más comentada de este año— pero sí que es una de sus más fieles fans. A decir de fuentes que la conocen muy de cerca, para Jenny una de las cosas más importantes del mundo es su figura, por lo que resulta natural que busque lucirla a la menor provocación, así que la tendencia le ha venido como anillo al dedo. Claro que lo que en un principio fueron intentos —más o menos discretones— por mostrar piel, en JLo, se van al súper extremo, y el resultado es algo que apenas cubría lo esencial. Contrario a lo que mucha gente opina, más que sexy, este little number que hizo caer varias mandíbulas a su paso, de un “diseñador” prácticamente desconocido llamado Charbel Zoe, está más rayando en lo vulgar que en lo sexy…
5) Beyoncé, desnuda y con piedritas
Las estrellas de la música se distinguen más por su extravagancia que por su buen gusto en el vestir. En este tenor y considerando que aún las que no son cantantes buscan llamar la atención al máximo en la Gala del Met, una gran diva se ve prácticamente obligada a hacer algo extremo, aún cuando su elección haga que la mismísima Anna Wintour levante la cejita. Cuenta la leyenda (Us Weekly) que al ver lo que las demás asistentes vestían, Queen Bey hizo a su chofer darse la vuelta y se cambió rápidamente para lucir este puñado de pedrería y malla de Givenchy, que la hizo ver más desnuda que si lo estuviera en realidad, se soltó el chongo (literalmente, según su estilista) e hizo su GRAN entrada. Definitivamente, el naked dress del año y uno de los momentos más inolvidables en las alfombras rojas de este 2015.