A dos años y siete meses del surgimiento de las autodefensas, el Gobierno de Michoacán reconoció ayer que éstas siguen activas y en movimiento en el territorio estatal para combatir al crimen organizado.
Entrevistado en la residencia oficial de Casa de Gobierno, el funcionario señaló que el movimiento armado mantiene presencia en las regiones de Tierra Caliente y la Costa, antes dominadas por el cártel de Los Caballeros Templarios.
«Lo que estamos haciendo es terminar de dar los últimos toques a un diseño de política pública en la materia, que nos va a permitir tomar decisiones al respecto», adelantó López Solís, sin dar detalles.
«Ellos están a la espera de las señales del Gobierno y lo vamos a hacer, sin duda, con mucho diálogo y también con aplicación de la ley», dijo.
El Gobernador Silvano Aureoles consideró que las autodefensas ya cumplieron su ciclo y que ahora el Estado debe tomar las riendas de la seguridad.
El movimiento de autodefensas surgió el 24 de febrero de 2013 en la comunidad de La Ruana, Municipio de Buenavista Tomatlán, y en Tepalcatepec, impulsado principalmente por ganaderos y productores de limón.
Cansados del asedio del crimen organizado, hombres del campo decidieron levantarse en armas y financiar a comandos de civiles para instalar barricadas en sus territorios.
El movimiento armado se extendió por 36 municipios.
Ante el avance del movimiento de autodefensas, en enero de 2014 el Presidente Enrique Peña Nieto anunció un decreto que, en círculos políticos, fue considerado una desaparición de poderes de facto en Michoacán.
El decreto dio vida a la primera Comisión federal para la Seguridad y Desarrollo Integral en una entidad del País, y fue encabezada durante un año por Alfredo Castillo.
Así, la Federación tomó control de las áreas financieras, de seguridad pública y de procuración de justicia en Michoacán, y comenzó la persecución de los principales líderes de Los Templarios.
Con algunos cabecillas abatidos y otros capturados, así como con la aprehensión de diversas autoridades estatales y municipales, entre ellas el ex Gobernador interino Jesús Reyna, el Gobierno federal declaró en enero de 2015 desarticulado al cártel michoacano.
Además, en mayo de 2014 inició un proceso para legalizar a las autodefensas mediante la creación de la Fuerza Rural, lo que dividió al movimiento armado.
Algunos líderes de las autodefensas que se opusieron están hoy presos, como José Manuel Mireles, y otros más han sido abatidos en ejecuciones atribuidas a células de templarios que siguen operando en la entidad.
Bajo ese contexto, el Gobierno estatal admitió que las autodefensas siguen activas. Las barricadas de civiles armados, expuso, no han desaparecido.
Fuente: Reforma