Unas 22 mil personas participaron hoy de la tradicional fiesta de la “Tomatina” en Buñol, Valencia, este de España, que este año celebró su 70 aniversario con el lanzamiento de 150 toneladas de tomates
La festividad reunió, como en años recientes, a jóvenes provenientes de 96 países, que este año pagaron 10 euros para acceder a las calles donde seis camiones lanzaron los tomates maduros, que para esta celebración fueron cinco toneladas más de lo habitual.
Por espacio de una hora las calles del centro de Buñol se bañaron de color rojo, que también se impregna en los cuerpos de los participantes, las fachadas y paredes, que después son lavadas para evitar que se seque el puré de la hortaliza.
En este año, la mayoría de los participantes fueron jóvenes de España (más de un 20 por ciento), Reino Unido (un 14 por ciento), India (un 10 por ciento), Japón (8.0 por ciento), Estados Unidos (7.0 por ciento), Australia (6.0 por ciento) y el resto de otras nacionalidades.
La tradición de esta fiesta data desde 1945, cuando en las fiestas populares de verano en el desfile de disfraces de cabezudos y gigantes, dos grupos arreglaron sus diferencias con los tomates de un puesto de verduras que encontraron allí.
Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa, y aunque les era impedida la celebración continuaron con la fiesta hasta que fue prohibida a inicios de los años 1950.
En 1955, estando prohibida la fiesta, se celebró como protesta “El entierro del tomate”: una manifestación en la que los vecinos portaron un ataúd con un gran tomate dentro.
En 1957 se permitió la Tomatina y se instauró la fiesta de forma oficial, y desde 1980 es el Ayuntamiento de Buñol el que organiza y promociona esta curiosa batalla que les ha hecho mundialmente conocidos.
Fuente: El Diario de Yucatán