El martes consignamos el “rudo” editorial del semanario Desde la Fe el cual advierte la violencia, miseria y pobreza que encontrará el Papa Francisco en México.
Más tardaron los analistas de la Arquidiócesis en redactar el texto que el Arzobispo de Morelia, Alberto Suarez Inda, en sentirse aludido; le molestó este párrafo: “…en Michoacán los planes de pacificación contrastan con el agobio ante lo que parece una sed de sangre sin medida. En lo que va de enero han ocurrido 52 homicidios violentos, y en tres meses, 290 homicidios dolosos. Michoacán sólo vive la paz de los sepulcros”.
El cardenal Suárez Inda cuestiona la legitimidad del mensaje del Arzobispado Mexicano; califica el editorial de parcial, amarillista y exagerado.
Sin embargo el mensaje del Papa –difundido el miércoles– ha repetido prácticamente lo que dice el semanario Desde la Fe.
¿Qué quiere decir esto?
¿Que la publicación influyó en el Papa o que la línea de comunicación entre los editores del semanario católico y la Secretaría de Estado Vaticano es fluida y constante?
El Papa no puede venir a México con los ojos cerrados a hablar únicamente de las rosas del Tepeyac. Va a hablar de la fe, de la madre de los mexicanos y dirá que la violencia, la trata de personas y todos los delitos asociados con el crimen organizado no forman el México que “nuestra madre quiere”; la fe guadalupana debe ser el rechazo a los males que nos tienen secuestrados.
Vienen días duros. El mensaje del Papa es apenas un aviso, aún cuando el cardenal Suárez Inda ande paseando “su pedacito de guerra”.
Guste o no, la gira de Francisco será un hecho político. El Papa, quien desde su activismo pretende convertir a la Iglesia Católica en la gran ONG defensora de los pobres, vendrá a criticar y “tirar línea” a una Iglesia Católica aletargada y comodina.
La visita del Papa Francisco estará por encima de los pleitos palaciegos, la grilla ensotanada y los golpes de pecho.
Ya veremos.
EL MONJE DESPIERTO: Francisco está cambiando el perfil del papado y el modelo de iglesia. Es un pastor que ha de tener “el olor de las ovejas”. Se empeña en desmontar “la mitología del pontífice emperador alimentado por el aura de infalibilidad que durante siglos se ha sedimentado a la curia romana”. “Las estructuras centrales de la Iglesia universal deben dejar de ser la lepra del papado”. ¿Dichos peligrosos? Recomiendo leer Francisco entre lobos, del periodista italiano Marco Politi, a ver si así entienden los que aún no entienden al Papa que vino del fin del mundo.