La canciller alemana, Angela Merkel, defendió este jueves la prolongación de las restricciones hasta el 7 de marzo ante el temor de las nuevas mutaciones, más agresivas, al tiempo que aseguró que la meta del gobierno es poder levantarlas tan pronto como carezcan de justificación, para lo cual no dio fechas.
Lo que acordamos ayer, de esto estoy convencida, es adecuado, necesario y proporcionado. Sigue sin haber una medida más suave que la de minimizar los contactos de manera consecuente para llevar la evolución de contagios de manera sostenible a un nivel controlable”, expresó en su declaración de gobierno ante el Bundestag.
Todo el mundo es consciente de cuánto está sufriendo la gente, añadió pero subrayó su convencimiento de que concentrarse en la reunión ayer con los poderes regionales en las escuelas, las peluquerías y una primera fase de apertura a partir de una determinada incidencia acumulada en siete días fue “lo correcto”.
Merkel reconoció que para los centros educativos y guarderías, que permanecen cerrados desde el pasado 16 de diciembre, hubiera deseado que la decisión de reabrirlas se basara también en la incidencia, pero en este punto finalmente accedió a dejarlo al criterio de cada “Land”.
Así, las escuelas podrán volver gradualmente a las clases presenciales antes del 7 de marzo, mientras que las peluquerías podrán reabrir a principios de ese mes.
La canciller destacó que hay “buenas perspectivas” para que el 1 de marzo la incidencia acumulada en siete días haya bajado de los 64.2 nuevos casos por cada 100 mil de hoy hasta los 50, nivel que se considera necesario para poder volver a rastrear todas las cadenas de contagio.
Para la reapertura de comercios no esenciales, museos y servicios que requieren un contacto físico prolongado, el nuevo criterio marco consensuado con los poderes regionales se sitúa en una incidencia no superior a 35, una perspectiva que calificó de “correcta e importante”.
En una próxima fase de relajación de las restricciones se hablará sobre aquellas que afectan a los contactos en el espacio privado, a los cursos superiores en centros educativos, al deporte en grupo y al ocio, a la restauración y a los hoteles.
Será un proceso gradual, aunque hoy todavía no se puede decir cuál será la incidencia con la que podamos hacer según qué cosas” sin correr el riesgo de volver a caer en un crecimiento exponencial de nuevos contagios y de “una tercera gran ola” si se imponen las nuevas variantes del virus, más infecciosas, precisó.
Merkel se mostró convencida, asimismo, de que “abrir para volver a cerrar” no aporta más previsibilidad a los ciudadanos que esperar unos días para poder garantizar que se pueden relajar medidas en un proceso continuado.
“Todas las medidas se han decidido en base a las normas de nuestra democracia, lo que las hace legítimas. Pero sé muy bien que como democracia estamos obligados también a no mantener estas restricciones en pie un día más de lo necesario y de levantarlas cuando ya no estén justificadas”, aseguró.
Por otra parte, Merkel volvió a alertar de las mutaciones de coronavirus -la británica, la sudafricana y la brasileña- “notablemente más agresivas” y presentes ya en el país, y consideró que “tarde o temprano se impondrán y desplazarán al virus original”, como ya ha ocurrido en otros países europeos, con consecuencias “dramáticas”.
En ese sentido, y a pesar de las cifras hacia la baja, tanto en lo que respecta a nuevos contagios -10 mil 237 en las últimas 24 horas- y víctimas mortales -666 en un día-, la canciller alemana subrayó la necesidad de que los ciudadanos sigan siendo “muy, muy cautelosos”.
Se refirió asimismo a las grandes “errores” en la gestión de la pandemia, después de que tras un verano con incidencias “con las que hoy sólo se puede soñar”, no se reaccionara de manera suficientemente cautelosa y rápida a los indicios de la segunda ola ni se decretara con suficiente antelación y consecuentemente un nuevo parón de la vida pública.
Merkel volvió a defender la “vía europea” para la negociación, la adquisición y el reparto de vacunas contra el COVID-19 y agregó que en la peor crisis desde la II Guerra Mundial, los europeos se mantienen unidos “a nivel político y epidemiológico”.
Fuente: Staff