El “culebrón” protagonizado por el Fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, y el Gobierno de Cuitláhuac García terminará en corto o mediano plazo. Por mucho que el primero meta las manos y se defienda como “gato boca arriba”, las condiciones políticas en el estado (y el país) no le permitirán ganar esa pelea. Será removido o acabará renunciando.
Tal como lo compartí en este espacio, la intención es que Winckler deje su cargo antes, o cuando mucho en el tiempo que se designe al Fiscal General de la República. Mientras esto ocurre, tanto el “abogado de Veracruz” como el Gobernador García seguirán enviándose mensajes a través de los medios de comunicación.
“Tenemos al Fiscal de Yunes entre ojos, y así se defienda con uñas y dientes, lo vamos a quitar. Consideramos que en poco tiempo, la historia y las leyes de Veracruz se encargarán de juzgarlo, pues contribuyó a la terrible inseguridad que ahí se vive”, me dijo una de las fuentes más confiables que tengo en el Gobierno Federal.
Por su parte, en el CEN del PAN, otra persona cercana a la Presidencia del Partido, me asegura que nadie en el blanquiazul tiene pensado mover un dedo para defender al Fiscal de Veracruz. “Mira, lo que hacen con Winckler en tu estado es una arbitrariedad de Morena, pero sólo podríamos apoyarlo con alguna declaración a su favor, y punto”.
De acuerdo a la gente de Morena en la Federación, a pesar de lo mucho que Winckler podría defenderse por conducto de la Suprema Corte, en un periodo de 2 a 4 meses el Fiscal de Veracruz estaría dejando su cargo, y ahí, para su asiento, ya tienen a un abogado propuesto por AMLO.
“Estamos claros que si Cuitláhuac tiene a un fiscal aliado, además de la Guardia Nacional, en un año bajará la violencia en Veracruz. Mientras eso no ocurra, mientras Winckler siga ahí, tardaremos más en avanzar”, me dijeron.
“Sin embargo, en este momento, el camino no es que el Gobernador le eche la culpa de la inseguridad al Fiscal actual, porque las cosas no cambiarán, como por arte de magia, cuando tenga uno de los nuestros despachando en el lugar de Winckler. Que Cuitláhuac sea prudente”.
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