No andaban tan despistados los despistados. A la vieja usanza, respetuoso de ritos y formas litúrgicas del privilegio de mandar y de las fronteras de lo políticamente correcto, Enrique Peña Nieto aceptó la renuncia del doctor José Antonio Meade a la Secretaría de Hacienda…
José Antonio Meade (JAM), el moderno “Mid Campeador” (cómo lo bautizó el cartonista Pedro Sol) será el primer candidato presidencial priista no priista.
El ex secretario de Hacienda (dos veces), ex titular de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de Energía, es un ciudadano de impecable historia personal y profesional. Transexenal.
Hijo de economista (Dioniso Meade) y nieto de abogado y escultor (José Kuri Breña) Meade es el as que Peña Nieto pone en la mesa para contestar el “bluff” populista del mañoso López Obrador… que tampoco andaba tan despistado.
Meade, político, economista, abogado y diplomático, de ascendencia irlandesa y libanesa, era el favorito de Luis Videgaray, el poderoso canciller de la República, quien bastante influyó en la decisión de su gran jefe; ni lo dude.
Con Meade, Ganó el ala itamita de difícil digestión al interior del partido tricolor, cuya nomenklatura habrá de alinearse, lo mismo que Miguel Ángel Osorio Chong (el gran ausente en Los Pinos) y demás finalistas de la competencia, Manlio Fabio Beltrones, y todos los demás…
El “destape” en día 27, también resulta cabalístico; Peña casó hoy hace siete años; Meade, nació en día 27 (febrero de 1969)… ¿y los planetas se alinean?