El reforzamiento tiene como objetivo contener la ola delictiva derivada de la pugna territorial entre el Cártel de Sinaloa, actualmente fragmentado entre La Chapiza y La Mayiza, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, que busca expandirse con el apoyo estratégico a la facción de los hijos de El Chapo Guzmán.
La brigada que arribó a Zacatecas tiene cursos avanzados en sabotaje, combate urbano, de montaña y contraterrorismo. Constituyen una fuerza de reacción inmediata en zonas afectadas por el crimen organizado.
En un despliegue militar coordinado, la Brigada de Fusileros Paracaidistas —unidad de élite del Ejército mexicano especializada en asaltos aéreos, intervención urbana y rescate de rehenes— desplegó ayer 100 elementos en Zacatecas, arribando en un C‑130 Hércules al Aeropuerto Leobardo C. Ruiz para intensificar los operativos de seguridad.
La Brigada BFP, con cursos avanzados de paracaidismo (HALO/HAHO), sabotaje, combate urbano, montaña y contraterrorismo, forma parte de las Fuerzas Especiales del Ejército. Son la fuerza de reacción inmediata en zonas afectadas por el crimen organizado, capaces de operar en condiciones extremas y en diversos ambientes geográficos.
El reimpulso de violencia en Zacatecas está ligado a la pugna territorial entre el Cártel de Sinaloa —actualmente fragmentado entre Los Chapitos y la facción de El Mayo— y el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que busca expandirse gracias al apoyo estratégico a la facción de Los Chapitos.
Esta alianza ha permitido que El Mencho, líder del CJNG, consolide presencia hasta en Sinaloa y regiones colindantes.
Investigaciones en seguridad describen a Zacatecas como un punto crítico en la ruta del narco hacia EU, con bloqueos, ataques a infraestructura y emboscadas contra autoridades.
Esto ha causado desplazamientos, daños a transporte público y patrullajes intensificados por parte del Ejército y la Guardia Nacional.