Una nueva disputa pública entre el presidente Donald Trump y el empresario Elon Musk encendió las redes sociales, luego de que ambos intercambiaran duras críticas. Trump minimizó el enfrentamiento al día siguiente en una entrevista telefónica con ABC News, en la que se refirió a Musk como “el hombre que perdió la cabeza” y afirmó no estar “particularmente interesado” en hablar con él.
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Según Trump, fue Musk quien pidió entablar una conversación, pero el mandatario rechazó la posibilidad diciendo que el empresario “no está listo”. La Casa Blanca negó que existiera una llamada agendada, contradiciendo versiones difundidas por el portal Politico. Un alto funcionario confirmó a la agencia AFP, bajo condición de anonimato, que no había planes de comunicación entre ambos.
La pelea se originó luego de que Musk criticara la reforma fiscal e inmigratoria de Trump y lo acusara, sin pruebas, de tener vínculos con el caso Epstein. En respuesta, Trump lo calificó de “LOCO” y sugirió que deberían retirársele subsidios y contratos gubernamentales.
Fuentes cercanas a la presidencia aseguran que Trump no está enfadado, sino decepcionado, y que incluso está considerando vender o regalar su Tesla rojo, adquirido en apoyo al empresario. Mientras tanto, el presidente desvió la atención hacia temas que calificó de mayor relevancia: la baja inflación, mayor inversión extranjera y una visita inminente a China.
El vicepresidente J.D. Vance respaldó a Trump, sin mencionar directamente a Musk, mientras que la Casa Blanca describió lo ocurrido como “un episodio desafortunado de Elon”, reiterando su respaldo al plan legislativo del presidente.
Horas más tarde, Musk bajó el tono tras leer un consejo de un usuario en X, a lo que respondió: “Buen consejo. Vale, no desmantelaremos Dragon”, en referencia a su amenaza previa de cancelar misiones espaciales con la NASA.