El cambio climático representa uno de los principales desafíos para quienes trabajan y viven del campo. En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, desde el CIMMYT compartimos cinco recomendaciones clave para fortalecer la resiliencia de los sistemas agrícolas, mejorar la productividad y cuidar los recursos naturales para las futuras generaciones:
Elige maquinaria a la medida: Usar maquinaria apropiada a la escala de tu producción ayuda a reducir el impacto ambiental, evita la compactación del suelo y disminuye el consumo de combustibles. La eficiencia también se logra con máquinas ligeras, precisas y fáciles de operar.
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Apuesta por la Agricultura de Conservación: La siembra directa, la cobertura permanente del suelo y la rotación de cultivos permiten conservar la humedad, mejorar la salud del suelo y aumentar la biodiversidad. Estas prácticas ayudan a mitigar los efectos negativos de las sequías o lluvias extremas.
Reduce emisiones y pérdidas: Aplica los fertilizantes de forma precisa y oportuna para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Usa implementos que eviten operaciones innecesarias y optimicen mejor el uso de cada insumo.
Facilita el trabajo en campo: La mecanización inteligente reduce la carga física, mejora las condiciones laborales, especialmente para mujeres y jóvenes, y hace más atractiva la vida en el campo.
Piensa a largo plazo: Un suelo sano y productivo se construye con buenas decisiones. Apostar hoy por tecnologías sostenibles y prácticas agroecológicas ayuda a garantizar la producción del mañana.
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Proteger a la Madre Tierra también es una tarea del campo. Cada práctica climáticamente inteligente que adoptemos hoy, es una inversión en la seguridad alimentaria, la resiliencia del territorio y el bienestar de las familias productoras. Desde el CIMMYT, seguimos trabajando juntos por un campo más justo, eficiente y sostenible.
Fuente: CIMMYT/ Sarah Martínez Gámiz