Tras declararse «no culpable» en su primera audiencia ante la corte de Brooklyn en Nueva York, Estados Unidos, el narcotraficante Rafael Caro Quintero, fue ingresado a uno de los centros penitenciarios locales, de acuerdo con una foto compartida por el periodista Luis Chaparro.
El gobierno mexicano entregó al Narco de Narcos y a 29 capos más a Estados Unidos tras una solicitud formal que fue analizada y finalmente aprobada por el Gabinete de Seguridad que encabeza el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch.
Tras ser cuestionados por el juez, ambos expusieron que fueron expulsados, no extraditados por decisión de México y se declararon no culpables, por lo que iniciará un juicio en su contra.
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Durante la audiencia, fiscales confirmaron una posible pena de muerte para Caro Quintero, aunque la decisión debe ser tomada al término de su proceso.
A través de su portal, Pie de Nota, Luis Chaparro difundió la fotografía del fundador del Cártel de Guadalajara ya con lo que parece un uniforme de color anaranjado y azul.
En su internamiento en la prisión del Altiplano, en el Estado de México, Rafael Caro Quintero y su equipo de abogados buscaron evitar la extradición hacia Estados Unidos, sin embargo, este jueves su traslado se llevó a cabo de manera oficial.
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Anteriormente, Estados Unidos ya había buscado la extradición de Caro Quintero tras su presunta participación en el secuestro de un agente especial encubierto de la DEA llamado Enrique Kiki Camarena, a quién tras varios días privado de su libertad encontraron muerto y aparentes marcas de tortura.
El asesinato de Kiki Camarena se le atribuye a Rafael Caro Quintero, líder del Cártel de Guadalajara.
Esta acción no solo puso en el ojo de las autoridades estadunidenses a Rafael Caro Quintero, sino a todo el equipo de seguridad de México, marcando una ruptura importante en materia de seguridad con Estados Unidos.
El gobierno mexicano explicó que el traslado de Caro Quintero se llevó a cabo junto con otras 28 personas que se encontraban en diferentes centros penitenciarios, por lo que se realizó su custodia y entrega formal ante las autoridades que las requieren en Chicago, Houston, McKinney, Texas, Nueva York, Phoenix, San Antonio, Washington y White Plains, Nueva York.