Ventana
Claudia Sheinbaum cumplió cien días en el poder; continuidad y lealtad a prueba de balas hacia Andrés Manuel López Obrador le pagan con una opinión popular muy favorable, del 80 por ciento según varias encuestas, gracias, sobre todo, al impacto de programas sociales emblemáticos.
A la presidenta le ha dado resultado la promesa de consolidar la “Cuarta Transformación” detonada por su mentor; hasta ahora no se ha salido del guión a pesar de los tiempos convulsos. La fuerza de Sheinbaumn ha sido saber administrar el legado lopezobradorista.
En cien días, gracias a la veintena de reformas constituicionales dictadas por su mentor, Sheinbaum queda blindada en el ejercicio de un poder centralizador, sin contrapesos; el segundo piso de la 4T no transita por una efectiva división de poderes ni mucho menos favorece diálogos con la oposición.
Otro de los aspectos más criticados al inicio del nuevo gobierno, ha sido la gestión de la seguridad pública; la violencia, en particular feminicidios y homicidios, no cesa en varios estados a pesar de los notables esfuerzos por reducirla.
Sume a esto, la relación con Estados Unidos plagada de desafíos, especialmente tras la segunda elección de Donald Trump como presidente. Las amenazas de deportaciones masivas, la imposición de aranceles y la beligerancia para decapitar a los cárteles criminales mexicanos, han generado incertidumbre; la sombra de Trump presagia tormenta, si no es que un huracán.
Cien días de gobierno son muchos… sí, pero también son pocos.