Andrés Manuel López Obrador, defendió el modelo económico implementado durante su gobierno y rechazó advertencias de analistas económicos sobre la posibilidad de trasladar finanzas públicas ajustadas a la próxima administración de Claudia Sheinbaum.
Según AMLO, se redujo la pobreza, la desigualdad, se mejoró el salario, se fortaleció el peso, se crearon empleos, crecieron las reservas del Banco de México y llegó inversión extranjera directa.
El debate sobre la salud económica del país surge en el contexto de la reunión que sostendrá hoy la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, para revisar el presupuesto del próximo año, que deberá entregarse al Congreso en noviembre. Este será el primer presupuesto del gobierno de Sheinbaum.
López Obrador argumentó que la economía mexicana mostró un crecimiento del 1.6% en mayo, reflejando una supuesta fortaleza del mercado interno. Además, destacó que la continuidad de Ramírez de la O como secretario de Hacienda en el inicio del gobierno de Sheinbaum es un factor que genera confianza.
Frente a las advertencias sobre la posible herencia de unas finanzas con poco margen de maniobra debido al alto déficit, López Obrador descartó este escenario. A pesar de que Ramírez de la O asegura que el déficit se reducirá en 2025 con la finalización de las obras insignia de la actual administración, existen dudas en el mercado sobre este objetivo. No obstante, el presidente insistió en que «la economía de México está bien y no hay nada que temer».