Después de tres años y ocho meses de haber sido vinculado a proceso, un juez federal dictó el auto de apertura de juicio en contra de Emilio Lozoya por el Caso Odebrecht, durante una audiencia en la que rechazó todas las solicitudes de la Fiscalia General de la República (FGR) para cancelar las pruebas de descargo en favor del acusado.
Durante los dos días en que se desarrolló la audiencia intermedia, la defensa del ex director de Pemex pidió cancelar 48 de los 67 datos y medios de prueba que ofreció la FGR para el juicio y logró que 21 fueran excluidas y declaradas ilícitas en su totalidad, 12 fueron excluidas sólo parcialmente y no logró que 12 fueran anuladas, por lo que fueron admitidas.
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La FGR, por su parte, pidió excluir 28 de las 38 pruebas que presentó Lozoya en su descargo, pero el juez de control Gerardo Alarcón López rechazó cancelarlos. No aceptó ninguna de las solicitudes de la Fiscalía.
En la diligencia de este lunes, en la que concluyó la etapa intermedia del proceso, la Fiscalía General de la República pidió formalmente ante un juez imponerle al ex director de Pemex una condena de 46 años con 6 meses de prisión y a su madre Gilda Margarita Austin y Solís un total de 22 años con 3 meses de cárcel.
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En un hecho inusual, tanto la FGR como la defensa pidieron al juez Alarcón López, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, no dictar el auto de apertura de juicio.