Alfonso Zárate, en sus usos del poder, consideró que la muerte de José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, presunto responsable del asesinato de los sacerdotes jesuitas no frena el dolor de las víctimas de la violencia ni la situación difícil y preocupante que se vive en la Sierra de Chihuahua. Al “El “Chueco lo investigaban por la muerte del activista Cruz Soto Caraveo, quien fue asesinado en 2019 y quien se convirtió en defensor de los bosques en la Sierra; también lo buscaban por la muerte de Patrick Braxton-Andrew, un turista norteamericano que confundieron con un agente de la DEA en 2018.