Enrique Peña Nieto ha dejado claro de nueva cuenta, (en una entrevista concedida al periódico español El País), lo que en varias ocasiones me confirmaron dos personas con las que el expresidente trata de manera habitual: no le preocupa (en lo absoluto) lo que en México digan de él, pues tiene garantizada su tranquilidad hasta el 2024, cuando menos.
En varias ocasiones y de manera muy clara, he compartido (basado en fuentes radicadas en España), las razones por las cuales EPN no será tocado durante el presente sexenio, y quizá hasta el 2030, en caso de que Morena se extienda en el poder con Claudia Sheinbaum o Adan López.
El expresidente cuenta con cuando menos 12 videos que evidencian, (de acuerdo a sus más cercanos amigos en Europa), situaciones que resultarían muy incómodas y devastadoras para algunos colaboradores de la 4T, mismos que AMLO conoce y prefiere evitar, más aún con miras hacia el próximo proceso electoral.
Después de un periodo de conflicto iniciado por el titular de la UIF, Pablo Gómez, (derivado de hacer pública una investigación contra el mexiquense), Peña Nieto y López Obrador lograron limar asperezas, al grado que los polémicos videos permanecerán guardados y en suspenso, pues ambos saben que las lealtades (e intereses) podrían cambiar en cualquier momento.
Por eso Peña decidió otorgar una entrevista y revelarse en ella tranquilo, dispuesto a aclarar cualquier situación sobre su patrimonio, pues de antemano sabe que el denominado “pacto de caballeros” se fortaleció, y no será tocado cuando menos hasta el 2024; doce poderosas razones en video lo respaldan, además de la gratitud de AMLO por no intervenir en su victoria.
Sin embargo, me informan que hubo una nueva y especial petición para EPN: no presentarse en el país y permanecer con perfil bajo en España hasta nuevo aviso, de ahí que en la entrevista revelara su deseo por radicar de manera indefinida en Europa.
Con “pacto” renovado y sabedor de su tranquilidad garantizada por dos años (o quizá más), EPN se dispone a observar (como siempre quiso), los “toros desde la barrera”, sin ningún tipo de obstáculo o preocupación jurídica, a menos que los dados o intereses cambien, (como suele pasar en ocasiones). Veremos qué ocurre.