En medio de acusaciones, acarreó, mala organización, empujones, quema de papeletas y conatos de broncas, se realizó la primera jornada de asambleas distritales de Morena para elegir a tres mil consejeros estatales en todo el país.
En la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, en Iztacalco se observaron largas filas de microbuses y personas con su papeleta en la mano. Allí se registró una riña por querer adelantarse en la formación.
“Hasta los hombres se quitan la camisa para agarrarse a trancazos, y las mujeres con jalones de greñas, peor que un barrio. Deben de mandar policías para organizar, porque se está saliendo de control”, expresó.
En diversas sedes, principalmente de la Ciudad de México, se pudo observar cómo los operadores entregaban las hojas de afiliación ya marcadas, principalmente a adultos mayores y jóvenes.
John Ackerman, militante morenista, denunció que en el distrito 23, en Coyoacán, se ubicó a una mujer repartiendo los documentos y al ser descubierta le arrebató el teléfono.
En el municipio de Huehuetán, al sur de Chiapas, militantes de Morena quemaron urnas y boletas electorales, tras denunciar que alcaldes de varios municipios realizaron el acarreo de personas y compra de votos para favorecer a determinados candidatos.
Misma situación se vivió en otros puntos de la entidad, como en Tenejapa y Pichucalco, en donde las urnas fueron destrozadas y las boletas dañadas, para impedir que se efectuará la jornada de votación.
Estas escenas de trifulcas y acarreos se repitieron en Veracruz, Puebla, Michoacán, Oaxaca, Hidalgo y Guerrero. En este último estado, en los municipios de Tlapa de Comonfort y Ayutla de los Libres se destruyeron urnas y se quemó papelería electoral.
Alejandro Rojas Díaz-Durán, figura cercana a Ricardo Monreal y quien fue excluido por su partido de los listados para participar en el proceso, criticó la jornada. “La elección en Morena es el carnaval del acarreo y de la simulación. Morena abrió la puerta a las lacras de la política: clientelismo, corporativismo e influyentismo. Es el primer paso hacia un nuevo partido de Estado y una regresión antidemocrática y autoritaria”, acusó en redes sociales.
Al acudir a votar en Iztacalco, precisamente donde momentos antes se registró un enfrentamiento, Mario Delgado, presidente nacional de Morena celebró lo que denominó una “fiesta democrática”.
También aseveró que no van a permitir malas prácticas y aseguró que, de encontrarse pruebas de irregularidades, serán castigadas.
“No vamos a permitir que en algún distrito pues haya este tipo de prácticas, donde encontremos pruebas de que se haya hecho, se anularía la votación en ese distrito. ”, precisó Moreno Carrillo.
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