El fiscal general de Estado Unidos, Merrick Garland, anunció hoy que el Departamento de Justicia presentó una demanda contra Texas por su polémica ley que restringe el aborto después de seis semanas de embarazo, siendo una situación que ha generado una serie de críticas y protestas de activistas por los derechos constitucionales.

La medida establece una polémica entre le poder federal de Estados Unidos y la entidad que actualmente esta gobernada por el republicano Greg Abbott.

«Ese acto es claramente inconstitucional según el precedente de la Corte Suprema», dijo Garland a los periodistas en una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia.

También advirtió que si la ley en Texas continúa se podría ejemplificar como un modelo a seguir en en otras entidades del país frente a otros derechos que están garantizados como constitucionales o incluso con precedentes judiciales.

«Este tipo de esquema, para anular la Constitución de los Estados Unidos, es uno al que todos los estadounidenses, independiente de su política o partido, deberían temer», dijo Garland, quien sostuvo que «un estado no puede prohibir que ninguna mujer tome la decisión final de interrumpir su embarazo antes de la viabilidad».

Los abogados del Departamento de Justicia argumentaron en su queja de 30 páginas que el estatuto de Texas fue promulgado en «abierto desafío» a la Constitución de ese país.

Además, agregaron que la medida en territorio texano busca «hacer que sea demasiado arriesgado para que una clínica de abortos opere en el estado, evitando así a las mujeres en todo Texas el ejercer sus derechos constitucionales, al mismo tiempo que frustra la revisión judicial «.

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