La detención del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en Estados Unidos podría ser el resultado de una estrategia implementada por el gobierno de ese país para debilitar las instituciones de seguridad mexicanas y poder influir en ellas o colonizarlas a gran escala y para posicionar políticamente temas que le interesan, planteo Francisco Franco Quintero Mármol.

El consultor en temas de inteligencia y seguridad nacional destacó que, en el marco del proceso electoral que se vive en Estados Unidos, al presidente Donald Trump le urgen victorias políticas para asegurar la base electoral y que le permita la reelección en los comicios del próximo 3 de noviembre.

Para el analista, el mandatario estadounidense tiene perfectamente claro que una forma de mantener el apoyo es avivar grupos conservadores al mostrarse como un presidente de mano dura, golpeando a México a través del discurso, mediante operaciones de inteligencia o a través de alguna de las instituciones de seguridad.

Por ello presume que la detención del general de cuatro estrellas mexicano podría ser una estrategia psicológica implementada por la DEA. Con ello se podría intentar posicionar una narrativa en contra de Estados criminalizados y alianzas entre grupos de la delincuencia organizada y terroristas en México, entre otros.

Recalcó que se trata de propaganda y, en caso de que se le lograran comprobar delitos relacionados con el narcotráfico al militar de alto rango, la detención de la persona que ha estado al frente de una secretaría no hace a esa institución cómplice de su titular.

El especialista consideró que, en este escenario de propaganda, se esperaría que el Estado Mexicano tuviera que defender su posición incluso con argumentos diplomáticos. Sin embargo, dijo que eso no sucederá, dado el contexto político actual, además de que presidente Andrés Manuel López Obrador ha desprestigiado el pasado de las Fuerzas Armadas mexicanas.

“Probablemente eso sea un indicador de que el presidente haya comprado la estrategia de propaganda, quizá sin saberlo, y decida sacrificar a una de las instituciones del Estado mexicano, debido a que le parece que no son confiables”, lo cual sería un grave riesgo para la defensa externa e interna del país.

La detención tendrá consecuencia relevantes

Por su parte Eunice Rendón, experta en asuntos de seguridad dijo que la detención de un general exsecretario tiene implicaciones relevantes. No es un acto menor.

Dijo que la tropa y todos los generales que actualmente dirigen la Secretaría de la Defensa Nacional tuvieron relación con el militar detenido.

Expuso que, en términos de la relación bilateral, llama la atención que la primera noticia de ese hecho haya sido prácticamente a la hora que lo detuvieron, lo cual es un duro golpe al Ejército Mexicano, pero también al gobierno porque normalmente se comparte este tipo de información.

En su opinión, también pone en entredicho la relación en materia de seguridad, que ha tenido una merma importante desde la llegada de este gobierno, sobre todo porque la administración del presidente López Obrador ha criticado la llamada Iniciativa Mérida, mediante la cual cooperaban ambas naciones.

La especialista remarcó que las implicaciones que desata la detención de un exsecretario de la Defensa Nacional es muy relevante, porque se trata de una institución donde hay doctrina y apego. “No veo a nadie del Ejército feliz por esta detención. Es un escándalo al interior”.

Recalcó que es un golpe duro, no esperado, que tendrá implicaciones, porque al interior de sus filas son los mismos antes y ahora ya con la Cuarta Transformación.

Departamento de Estado pide mantenerlo en prisión

En tanto el Departamento de Justicia de Estados Unidos envió una carta a la jueza Carlos B. Amon, en la que asegura tener pruebas de que el general Cienfuegos Zepeda brindó protección a una organización criminal encabezada por el narcotraficante Juan Francisco Patrón Sánchez, identificado con el alias de H-2, que operaba en Nayarit y Sinaloa y relacionado con la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva.

En la misiva, firmada por el fiscal Seth D. Ducharme, solicita que la Corte emita una orden de detención permanente, pues el militar habría conspirado para la introducción ilegal de drogas a territorio estadounidense cuando se desempeñaba como Secretario de la Defensa Nacional.

Concretamente lo señala como presunto responsable de asegurar que no se realizaran operaciones militares en contra del cartel comandado por el H-2; iniciar acciones contra organizaciones rivales; localizar transporte marítimo para trasiego de drogas; propiciar la expansión de operaciones de esa organización criminal y contactar narcotraficantes con funcionarios de gobierno, con el fin de llegar a acuerdos que permitieron seguir con sus actividades delictivas. Además de advertir al cártel sobre investigaciones en curso.

Patrón Sánchez, alias El H-2, inicio de su carrera delictiva como parte del Cártel de Sinaloa, pero en 2008 se unió a la banda comandada por Isidro Meza, alias El Chapo Isidro, quien colaboraba con los Beltrán Leyva

En 2014, asumió la dirección de la organización criminal construida por los hermanos Beltrán Leyva, luego de la detención de Héctor Beltrán en Guanajuato.

Fue asesinado el 10 de febrero de 2017 junto con otros 13 sicarios en un enfrentamiento con efectivos de la Secretaría de Marina en Nayarit.

Se espera que el general sea trasladado al distrito Este de Nueva York. Su proceso judicial apenas inicia.