Coronavirus

¿Qué hay de cierto en que la mutación del nuevo coronavirus lo volvería más infeccioso?

Publicado por
Aletia Molina

La estructura molecular del SARS-Cov-2, el virus causante del covid-19, cambió a su llegada a Estados Unidos y Europa. Uno de sus aminoácidos cambió al salir de China, es decir, mutó. ¿Lo hace más peligroso esta alteración? El doctor Elmer Huerta responde a esta duda en este episodio.

Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su diaria dosis de información sobre el nuevo coronavirus, información que esperamos sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia. Hoy veremos qué tan cierto es que se ha detectado una mutación en el nuevo coronavirus que lo volvería mas infeccioso.

Primero recordemos qué son los virus y cuál es su estructura.

A diferencia de las bacterias, los virus no son seres vivientes: es decir, no nacen, no mueren ni tienen un metabolismo propio. Los virus son moléculas químicas que tienen como única razón de su existencia el parasitar una célula viva, ingresar a ella, tomar por asalto su aparato reproductor, y hacer millones y millones de copias de sí mismo.

Es en este proceso cuando causa una enfermedad.

Los virus han estado en este planeta desde hace cientos de millones de años y se han adaptado a parasitar todos los seres vivos, pues de ellos dependen su existencia.

Un virus es en esencia una gran molécula central de ácido nucleico que puede ser de ADN o de ARN (el nuevo coronavirus es de este tipo), el cual está protegido por una cápsula compuesta por grasas, azúcares y proteínas.

Esta cápsula es muy importante en el ciclo evolutivo del virus porque en ella se encuentran las moléculas o llaves que le permiten entrar a las células.

Tengamos presente las imágenes sobre el nuevo coronavirus. Esas proyecciones como patitas o antenitas se llaman espigas y son las que usa el virus para ingresar a las células que tienen los receptores ACE2.

En otras palabras, las espigas del nuevo coronavirus son como llaves que van tras las cerraduras o receptores celulares ACE2 para ingresar, buscar el aparato reproductor y multiplicarse.

Lo interesante, y ya entrando al tema de las mutaciones del virus, es que esa espiga es en realidad una proteína, cuya cadena está compuesta por aproximadamente 1.300 aminoácidos, los cuales tienen un orden muy específico.

La noticia, publicada en The Washington Post, es que el aminoácido que ocupa el lugar 614 en la cadena, que cuando apareció en China era el aminoácido D o ácido aspártico, al llegar a Europa y luego a Estados Unidos, cambió al aminoácido G o glicina. En la actualidad, el 95% de los virus secuenciados en el laboratorio de un investigador en Estados Unidos, tiene esa nueva mutación.

Ese simple cambio, de aminoácido D a aminoácido G, que en el lenguaje de los virólogos se conoce como mutación D614G, es lo que preocupa a los expertos, porque de acuerdo con algunos experimentos, y cuyas publicaciones aún no han sido revisadas por pares, haría que el virus tenga hasta 10 veces más facilidad para contagiarse.

Sin embargo, si hay algo en lo que son muy enfáticos los investigadores, y que quiero repetir para no levantar alarma, es que esa mutación D614G no hace que el virus sea un supervirus, más letal o mortífero, sino que hace que el virus pueda contagiarse con más facilidad.

Al parecer, aunque hay otras teorías, esa mutación D614G haría que la espiga del virus sea más estable y no se rompa al tratar de penetrar la célula. Esto hace que la infección de las células sea más eficiente, lo cual explicaría, según varios investigadores, la rápida diseminación de la enfermedad por Europa, Estados Unidos y ahora América Latina.

La consecuencia lógica de este nuevo conocimiento hace que seamos mucho más cuidadosos en evitar el contagio del virus.

Usar una mascarilla al entrar en contacto con otras personas, mantener una distancia de dos metros al estar en público y practicar una adecuada higiene de manos, pueden hacer que, de comprobarse las investigaciones, este contagioso virus no nos infecte.

Fuente: CNN

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Aletia Molina