El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, que asume la gestión del Gobierno del Reino Unido ante la ausencia de Boris Johnson, es «brexiteer» hasta la médula, ambicioso y con casi diez años de experiencia parlamentaria.
Raab asume todo el poder después de que el primer ministro, Boris Johnson, fuese trasladado el lunes a la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital St Thomas, en el centro de Londres, al empeorar su salud por los síntomas del COVID-19 que padece.
Aunque el Reino Unido no tiene una constitución escrita que regule un proceso de sustitución como este, el jefe de la diplomacia británica es considerado principal ministro y es por ello que Johnson le delegó las riendas del poder, en momentos de una grave crisis en el país al mantenerse las medidas de restricción de movimiento de la población para contener la epidemia del coronavirus.
Nacido el 25 de febrero de 1974 en Buckinghamshire (sur de Inglaterra), Raab es hijo de padre judío, Peter (quien emigró de pequeño al Reino Unido de la antigua Checoslovaquia en 1938), pero fue educado bajo la religión anglicana de su padre, Jean Raab.
Estudió derecho en la Universidad de Oxford, donde se licenció en Jurisprudencia, antes de hacer estudios de posgrado en Derecho Internacional en la Universidad de Cambridge. Durante su paso por la universidad, Raab demostró su pasión por el karate y tiene cinturón negro en este arte marcial.
Ahora, Raab debe recibir los informes diarios enviados a Johnson. También coordinará el trabajo de otros ministros a cargo de subcomités gubernamentales sobre áreas específicas de la lucha contra el coronavirus, como la asistencia sanitaria o el respaldo a las empresas.
Antes de su entrada en el Parlamento, el actual ministro de Exteriores trabajó en el área de litigios internacionales y también para la organización defensora de los derechos humanos Liberty.
En 2000, Raab entró en el Foreign Office para trabajar en la embajada británica en La Haya, donde integró un equipo especial dedicado a llevar ante la Justicia a criminales de guerra. Tras su regreso en Londres, asesoró al ministerio en asuntos como el conflicto árabe-israelí y la Unión Europea (UE).
Está casado con la brasileña Erika Rey, antigua ejecutiva en el sector de mercadotecnia, y es padre de dos niños.
Raab, de 46 años, entró en el Parlamento en las elecciones generales de 2010 -con David Cameron como primer ministro-, al obtener su escaño por la circunscripción de Esther & Walton, en el condado inglés de Surrey (a las afueras de Londres).
Una vez en la Cámara de los Comunes, Raab fue nombrado secretario de Estado de Justicia en 2015 por David Cameron, antes de que tuviera una labor destacada en la campaña a favor de la retirada del Reino Unido de la UE en 2016, que lideró Boris Johnson.
Con el triunfo del «brexit» en el referéndum de junio de 2016 y la dimisión de Cameron del poder, Raab avanzó en su carrera política con la llegada al poder de la conservadora Theresa May.
Así, Raab fue nombrado ministro del Brexit en julio de 2018 después de la dimisión de David Davis, pero la «luna de miel» con May no duró mucho al presentar su dimisión en noviembre de ese año por su oposición sobre la negociación del acuerdo de retirada, en concreto su rechazo a la salvaguardia pensada para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas y no perjudicar el proceso de paz.
Ante la crisis del Brexit y la partida de May como líder del Partido Conservador (y como primera ministra) el año pasado, Raab intentó hacerse con el liderazgo de la formación política, pero fue derrotado en la segunda votación del proceso.
Sin embargo, su fidelidad a Boris Johnson y su defensa de la salida del país del bloque europeo, fue promocionado a titular de Exteriores por el primer ministro tras las elecciones generales británicas celebradas en diciembre del año pasado.
Con pocos meses como ministro de Exteriores, Raab ha tenido que lidiar en las últimas semanas con la repatriación de cientos de británicos que habían quedado sin poder regresar al país debido al cierre de fronteras por la pandemia del nuevo coronavirus.
La misión más importante ahora es tomar nuevas medidas para contener la epidemia en el Reino Unido, sin perjudicar aún más la economía del Reino Unido.
Raab permanecerá a cargo hasta nueva orden. Sin embargo, y en caso del fallecimiento de Johnson, aunque exista el cargo de primer secretario de Estado, esto no significa que su titular asuma automáticamente el control. Según el IfG, corresponde al gabinete recomendar colectivamente un sucesor inmediato a la reina Isabel II, quien lo nombra oficialmente para que asuma el cargo.
Fuente: eltiempo.com